O2

10.1K 703 126
                                    











...Piensa, piensa, piensa, piensa, piensa, piensa, piensa, piensa, piensa...

Mi cerebro está que estalla de pensamientos. Me acomodé en la orilla de la cama sin quitar mi mirada en algún punto de la habitación, dejando mis rodillas en mi pecho mientras movía los dedos de mis pies.

Es cómo si ése hombre me hubiera estudiado, solo hace falta que me vigilé y, dejé una cámara en mi habitación, ¿..Realmente habrá alguna cámara?. Por un momento observé mi cesto de ropa sucia, no había más nada allí, que mi Ropa interior sin tantas prendas. »¿Debería lavar éso ahora?« No gracias, prefiero hacerlo después, necesitó quedarme sólo por un rato más, hasta que la paz se arruinó de repente cuándo la puerta se abre inmediatamente.

Allí es dónde me asustó y, casi saltó de la cama, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba rápidamente, eso fue tan molestó que me enojé un poco. Solo era Él...Otra vez.

Me crucé de brazos con mi ceño levemente fruncido, viendo cómo este se quedaba parado allí—¡Oye!, ¿Tú no tocas?—

—No. si “tocó” la puerta, no me escucharás, ¿O si?—

Serío, pero payaso.

Rodé los ojos sin interés y, me posicioné cómo estaba anteriormente, me confundí al ver que avanzó hacía mi cesto de ropa, sin hacer nada y, mirando el desastre de mi ropa interior, eso me avergonzó—E-eh, ¿Q-que estas haciendo?—Hice una mueca, levantándome de la cama.

—Vine a ver si tenías ropa sucia, pero ahora ya veo. Dime, ¿No piensas lavarlo?—Girándose, escondió sus manos en los bolsillos. Si lo rechazó se acercará a mi ropa interior, no lo permitiría—Lo harás, ¿Cierto?—Levantó una ceja.

—Yo...Lo haré otro día—

—Ahora—

—¿Mañana?—

—Ahora—

—¿En una hora?—

A-Ho-Ra.—

Rendido, rodé los ojos con fastidió, y me acerqué al cesto de ropa sin hacer nada aún, de pronto miré al azabache notando que no hacía ningún tipo de movimiento, observandome cómo si me odiará.—¿No piensas irte Oo..No lo sé?—

—Estoy esperando por ti. Quisiera ver cómo llevas la ropa a la lavadero—

En serío, no lo soporto. Dios mío, salvame.

Entré al patio rápidamente, y dejé mi ropa en el lavadero de mala gana, y además, me quité mi camisa para ponerla juntó con lo demás. Mientras el tiempo pasaba, no evité comerme una barra de chocolate a escondidas y mientras el sujeto estaba distraído haciendo quién sabe, tampoco es que sería mi problema. Cuándo terminé, tiré la envoltura en otro lado sin que se notará y, me limpié los labios rápidamente con mis manos.

—¡JiMin!—Se me dio un susto que hasta casi puede llegarme a dar un infarto—¿¡Dónde...!?—Me giré a mirarlo bien cuándo iba acercándose, pero se detuvo en seco.

—¿Ahora qué?—

—No iba a decirte nada—

—Estabas a punto de decirme algo—Dije confundido y, extrañado con su mirada.

—Lo olvidé—

—Bien, ahora se te olvidan—

Frunció su ceño—Ven aquí, frente a mí—

Me acerqué de mala gana hacía Él a paso lento, apretando las manos por los nervios. Mientras miraba al azabache, serío cómo todos los días, toda la semana, todo el tiempo del mundo. No se había movido y, no dijo nada pero extrañamente levantó su mano y tomó mi mentón. Lo más raro para mi es que pasó su lengua por sus labios mientras me admiraba con esos ojos oscuros y, achinados, yo puse una mueca de confusión, también sin entender cuál es el misterio. Miró mis labios, y abrí los ojos de golpe cuándo se acercaba lentamente hacía mí.

MI NIÑERO | YoonMin |Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora