Reliquias Heladas

Capitulo 2

El adolescente, el Sr. Potter, Jack recordó que dijo uno de los magos, él y el niño se acomodaron en un pequeño sofá en una pequeña sala de estar. Con otro movimiento de su mano, un fuego brotó en el hogar. Jack se sintió inmediatamente atraído por el calor. Se preguntó si era extraño que un espíritu invernal estuviera tan cómodo e incluso disfrutara del calor.

"¡Expecto Patronum!" Jack saltó ante la voz del adolescente y el repentino estallido plateado que brotó de la mano del adolescente y se fusionó en un gran ciervo, "¡Hermione, Ron, los necesito!"

El ciervo salió corriendo a través de la pared y Harry continuó frotando y murmurando palabras tranquilizadoras para el niño que aún lloraba. Jack deseó poder ayudar a calmar al pequeño de alguna manera, sus sollozos eran desgarradores. "Está bien. Está bien. Te tengo. Te tengo." El adolescente siguió repitiendo, meciendo y frotando al bebé, aunque Jack tuvo la sensación de que él también estaba tratando de tranquilizarse. Jack todavía podía sentir las ondas de poder que emanaban del adolescente y se preguntó si eso era algo que ocurría regularmente o si solo ocurría cuando el chico estaba alterado. Jack dio un pequeño paso más cerca y pudo sentir el cosquilleo mágico del adolescente sobre su piel fría. Era una sensación extrañamente agradable.

Con un último suspiro con hipo, los sollozos del niño se calmaron hasta convertirse en sollozos y pareció desplomarse sin huesos en los brazos del adolescente.

"Ahí tienes". Dijo el adolescente e incluso sonrió suavemente para beneficio del bebé. "Ese es mi osito de peluche".

El niño se inclinó un poco hacia atrás para poder mirar al adolescente. Jack supondría que el niño tenía poco más de un año y confiaba bastante en su capacidad para adivinar con precisión. Después de todo, los niños eran su trabajo. Los niños pequeños eran especialmente divertidos porque se asombraban incluso con las cosas más pequeñas que Jack podía hacer, como bailar copos de nieve y hacer cosquillas en la brisa.

"¿Te sientes mejor, oso?" El adolescente le preguntó al niño. El niño pequeño no respondió, pero de repente el cabello y los ojos del niño, que hasta ahora habían coincidido con los del adolescente en color y textura, se transformaron en un cálido marrón chocolate y su piel se volvió un poco más bronceada.

"Bien", el adolescente sonrió un poco más y Jack notó por primera vez lo lindo que era el adolescente. Tenía aproximadamente la misma edad que Jack cuando murió, pero era más pequeño, aunque ambos eran igualmente delgados. Pero lo más llamativo del chico eran sus ojos. Eran grandes, casi demasiado grandes para su cara, y parecían brillar desde alguna fuente interna como si el chico se hubiera tragado el sol y brillara a través de sus ojos. Jack se estremeció al pensar en cómo esa mirada se sentiría enfocada en él. Aunque, dado que era invisible, eso no era probable que sucediera, a menos que el adolescente mirara en su dirección, e incluso entonces solo miraría a través de él. Era un pensamiento deprimente, a pesar de que era la forma en que Jack había existido durante más de tres siglos.

Hubo un fuerte silbido que hizo que las cabezas de ambos muchachos en el sofá se giraran y que Jack saltara en el aire y se posara en una pequeña librería. Se habría reído de su propio nerviosismo si no se hubiera sorprendido por el hecho de que dos humanos acababan de salir de la chimenea. Realmente necesitaba andar con más gente mágica. Para un espíritu mágico inmortal, era vergonzoso estar tan asombrado.

"¡Harry!" La chica que acababa de materializarse fuera de la chimenea lloró abrazando a los dos chicos obviamente angustiados en el sofá. "¿Qué pasó? ¿Qué pasa?"