One-Shots Symbrock

Gimnasio

Edward Brock era un hombre terco, cuando algo le entraba entre ceja y ceja no había nada ni nadie que lo pudiera convencer de lo contrario. Y es así, Eddie había decidido empezar a entrenar en el gimnasio contra todas las protestas del simbionte que vivía dentro de él.

- Eddie, sigo sin entender porque vamos al gimnasio cuando podemos comernos unas cabezas mientras vemos el último episodio de nuestra serie.

- No Venom, vamos al gimnasio necesito ponerme en forma.- Le respondió mientras que miraba a su tripa y la tocaba con un dedo.

Venom, agacho su cabeza a la altura de la barriga de Eddie mientras que la miraba:

- Eddie estamos bien, no tienes abdominales pero no estamos enfermos. Los humanos sois más bonitos con carne en los huesos.

- Venom, cariño, no me quiero poner en los huesos, quiero desarrollar un poco de músculo por si alguien quiere volver a matarnos y tu estas lejos de mi.

- Ese es el punto, imbécil, yo nunca voy a estar lejos de ti. ¡Literalmente vivo en tu cuerpo!

Eddie solo refunfuño y se levantó del sofá en el que estaba sentado. Era verdad lo que le decía a Venom, sabía que seguía sano solo quería tener un poco de forma física, por alguna extraña razón salir con un alienígena era un imán para que la gente te intentara matar. Estaba harto de depender de Venom para las situaciones de vida o muerte.

Por eso un día, mientras veían un programa de reformas de casas en la tele decidió que era una gran idea ir a un gimnasio, al día siguiente fue a apuntarse haciendo caso nulo a todas las quejas y gruñidos de Venom, tanto en su cabeza como los que hacía cuando se materializaba.

Hoy sería el primer día, tenía que ir y hacer toda la rutina; se conocía, si no empieza ahora que está motivado no empezará nunca y luego, cuando otro hijo de Venom quiera matarlo, se volverá a ver totalmente indefenso ante el peligro. Así, con estos pensamientos en mente, llego al armario para coger ropa adecuada. Estaba poniéndose los pantalones cortos de deporte cuando Venom volvió a salir.

- Venga, no vayamos, no estaré separado de ti en ningún momento de todos modos.- Dijo materializando todo su cuerpo impidiendo que Eddie volviera a acceder al armario para coger la camiseta.

- Que pesado estás! Me han intentado matar dos veces y ambas estabas con Anne, solo quiero ir al gimnasio no entiendo porque estás tan en contra.

Era cierto el humano no sbaía el porque, porque su simbionte (con el cual se había aprendido a comunicar) no quería que fuera al gimnasio o porque no le dijo lo que lo molestaba para que pudieran arreglarlo como una persona normal.

- Pesado tú!

- Eres un parásito de mierda, métete en mi cuerpo y déjame tranquilo!

Venom abrió su boca dejando ver sus filas de dientes de una manera que pretendía ser amenazante pero que Eddie estaba tan acostumbrado que no le afecto en absoluto.

- No soy un parásito. Simplemente no quiero ir al gimnasio.- Dijo Venom con una voz extrañamente baja y triste que removió el interior de Eddie.

Venom se metió en su cuerpo de manera lenta, deslizándose por el cuerpo de Eddie sin ningún problema ni prisa. Cuando se acabó de vestir el sentimiento de pesar seguía en el corazón de Eddie, habían prometido comunicarse correctamente y que no volverían a faltarse al respeto cuando no fuero como ellos querían.

Puede que el simbionte hubiera roto el trato primero pero Eddie lo rompió después de la peor manera posible. Salir con un alien era complicado porque además de los problemas normales de pareja que todos podían tener, su novio podía resguardarse en su interior y negarse a salir de manera que el humano no sabría nada de él pero él podía seguir leyendo la mente del humano.

- Venom, lo siento, no eres un parásito. Simplemente me enfada que no confíes en mi lo suficiente como para decirme que es lo que te afecta en que vayamos al gimnasio.

Brock sintió algo removerse en su interior, lo que era una buena señal.

- Vamos, mi amor, prometimos desde que el FBI casi nos atrapa esa vez que intentaríamos trabajar en nuestra comunicación para que nuestra relación no se fuera a pique.

Eso debió de servir de algo porque Venom se materializó delante de él, no su cuerpo entero solo su cabeza.

- Nosotros también lo sentimos, a veces se me olvida lo delicadas que son las relaciones humanas. - Eddie se mordió la lengua para no decirle nada malo al simbionte mientras este se disculpaba.- No quiero que pases tiempo en público porque de esa manera no podemos esta juntos como una pareja normal.

El reportero se esperaba muchas cosas y realmente entre todas sus variables en ninguna estaba la posibilidad de que lo único que lo molestaba era que no pudieran estar tanto tiempo juntos como podían estar en zonas apartadas o en su casa.