Miranda: ¿y a mí no me trajeron nada?
Alicia: este chocolate.
Regina: pero para mañana.
Miranda: pero Mamita...
Daniel: tu mama tiene razón es un poco tarde para comer dulces, además te comiste un enorme helado de chocolate, así que por hoy ya fue suficiente.
Miranda: ¿un pedacito?
Daniel y Regina se miraron y al mismo tiempo negaron con la cabeza.
Lorenza: ustedes deberían ir a descansar, yo puedo quedarme esta noche con la niña.
Alicia: yo también.
Regina: no es necesario yo lo hare.
Daniel: yo igual me quedare.
Alicia: ¿y tu trabajo mi amor?
Daniel: ya hablé con mi jefe, entendió la situación, de hecho, me traje algo de trabajo así que podre trabajar y estar al mismo tiempo con mi hija.
Lorenza: Ximena es una buena mujer, sé que estará satisfecha con tu trabajo.
Regina; ¿me perdí de algo?
Lorenza: Daniel trabaja con Ximena viuda de Romero el de la pequeña constructora que a veces se alía con la nuestra.
Daniel: espero que no te moleste, tu mama me ofreció su ayuda y yo la acepte, no quiero que nada le falte a Miranda.
Regina: lo que mi papa te hizo fue injusto, no tenía derecho a correrte de esa manera, no después de que la constructora empezó a marchar mejor desde tu llegada, fue muy poco profesional.
Lorenza: estoy de acuerdo por eso ayude a Daniel, tu papa se va a arrepentir de perder tan buen elemento.
Alicia: gracias por lo que hizo por mi hijo.
Lorenza: no tiene nada que agradecer, es un buen hombre además es el papa de mi nieta, bueno yo me retiro, mañana vendré muy temprano.
Alicia: ¿puedo irme con usted?
Lorenza: por supuesto.
Alicia y Lorenza se despidieron de sus hijos y nieta.
Ya estaba cayendo la noche, la enfermera regreso a la habitación de Arturo.
Enfermera: ¿ya vine, y su esposa?
Arturo: se fue a dormir a nuestra casa, esta cansada de las incomodidades aquí.
Enfermera: lo siento.
Arturo: no se preocupe, no me importa, además así puedo salir más fácil de la habitación sin tener que darle una explicación.
Enfermera: lo voy a ayudar a subirse a la silla de ruedas.
Arturo: ¿silla de ruedas? Pero yo puedo caminar.
Enfermera: si, pero tengo que justificar el sacarlo de la habitación, mi turno está por terminar.
Arturo: está bien.
Enfermera: pero antes en lo que quedamos.
Arturo saco su billetera y le dio algo de dinero que ella guardo sigilosamente.
Daniel y Regina le dieron de cenar a su hija, le leyeron un cuento hasta que ella se quedó profundamente dormida.
Regina se puso a leer y Daniel a trabajar en su computadora, parecía que ambos trataban de evitar hablar.
Daniel se levantó.
Daniel: ¿voy a buscar un poco de agua, quieres algo?
Regina: no, gracias.
Daniel: bien, no tardo.
Daniel salió de la habitación, Arturo lo vio a lo lejos y cubrió su cara para no ser visto.
Enfermera: es aquella puerta- dijo señalando la habitación de Miranda-
Arturo: bien, ya regreso.
Daniel camino hasta una maquinita de sodas y pago por una botella de agua.
Tocaron a la puerta del departamento de Sofia.
Sofia: ¿Qué haces aquí?
Gabriel: vine a hablar contigo.
Sofia: ¿vienes a terminar de regañarme por lo que paso entre mi hermana y tu amigo?
Gabriel: No, vine a que hablemos como los padres de un hijo que viene en camino.
Sofia: ¿Todavía Quieres ser parte de la vida de mi hijo?
Gabriel: jamás he renunciado a eso, sabes que cuentas con mi apoyo, yo quiero lo mejor para el.
Sofia: ¿y que va a pasar con nosotros?
Arturo se acercó silenciosamente a la habitación de Miranda, desde la puerta podía ver a la niña dormida y a Regina muy concentrada en un libro.
Arturo: ¡Regina!
Regina se sobresaltó un poco, dejo el libro de lado y busco aquella voz a su alrededor.
Regina: ¿tu otra vez?
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EL GIRO DE LA VENGANZA
FanfictionDaniel querrá vengarse de la familia Rivera a costa de lo que sea, pero sus planes se verán opacados cuando conozca a Regina y Miranda y se de cuenta que el amor es más fuerte que todo. Elenco: Lucero: Regina Fernando: Daniel Lorena Queiroz: Mirand...
Capitulo 96
Depuis le début