Doncel

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En la aldea de konoha se veía a un par de peli-platas estos eran Hatake Sakumo y Hatake Kakashi uno de ellos se encontraba asustado y otro confundido el mismo hokage hacía pruebas con ninjas médicos de confianza .

Tsunade no sabe de esto porque ya se había ido de la aldea con Shizune.

El peli-plata mayor tenía una hoja en mano la guardo, agradeció y se despidió de todos los presentes su hijo el cual llevaba de la mano estaba confundido por el comportamiento de su progenitor.
¿Cómo podía cambiar tanto su temperamento? Primero parecía en pánico y ahora tan tranquilo, alegre y ¿relajado? no entendía nada, todo el camino fue tranquilo pero al llegar a su casa esa tranquilidad desaparecido de golpe su padre lo jalo dentro de la casa su mirada cambio por completo y ahora era el niño el que se encontraba en pánico ¿¡Qué se supone que debía hacer!? Hizo algo malo!? Tenía que disculparse!? Pero por qué debía disculparse!?

—Kakashi escúchame bien que nadie, pero NADIE ¿ME OÍSTE!?—la forma de hablar del mayor alteró al infante tenía miedo y pequeño peli-plata muy sorprendido por el actuar de su padre asintió a lo que su padre siguió más tranquilo
—Nadie debe saber lo que eres ¿Quedó claro?—pregunto con una mirada sería algo muy extraño en el mayor si le preguntaban al infante

—Si padre...—contesto el niño de 4 recién cumplidos sin saber que más decir pues a pesar de su edad era muy inteligente pero ¿A qué se refería? ¿Por qué debía ocultar algo que el no sabía? ¿Cómo lo haría? ¿A qué se refería con "eres"? ¿Qué era? No entendía simplemente no entendía

—Bien mañana empezaremos con un fuerte entrenamiento quiero que te sepas defender por si alguien se entera..—el mayor dejo de hablar al ver la confundida y aterrada mirada de su hijo recordó que el no sabía de lo que hablaba así que retomo la compostura que había perdido para empezar a explicarle a su pequeño hijo con calma no sin antes hacer un sello de silencio no dejaría que nadie más se enterará no mientras el siguiera vivo —Mira Kakashi eres un doncel

—Doncel?...—preguntó curioso había oído de ellos pero no lo recordaba del todo

—Un hombre que puede concebir o en otras palabras un hombre que se puede embarazar —eso sorprendió al niño quien abrió los ojos como platós

—Y eso está...mal?...—el era un error?

—No, no es que este mal mi niño solo que muchos los desprecian por no ser "normales" y otros los ven como un trofeo solo no quiero que nada te pase por eso no le digas a nadie, tu cuerpo va a cambiar así que tendrás que hacer un jutsus de transformación... Para que nadie lo noté si?—el niño estaba en shock por la nueva información pero solo hizo un movimiento afirmativo con la cabeza desde hay todo cambio para el pequeño niño...

Desde las 5 de la mañana su padre lo ponía a entrenar para tener descansos para poder comer y tomar agua su entrenamiento terminaba a las 7 de la tarde para bañarse e ir a dormir así fue por unos meses, un tiempo después tuvo que inscribirse a la academia.

Su padre tuvo una misión en dónde falló por preferir la vida de sus compañeros después de dicha misión su padre empezó a tomar gritándole que nunca rompiera las reglas ya no quedaba nada del padre cariñoso que una vez fue.

A el pequeño peli-plata no le importaba que le dijera lo débil que era nunca dejo de amar a su padre sabía que estaba tocando fondo no perdía la esperanza de que su padre superará ese amargo suceso por eso hizo todo lo que le pedía se grabó las reglas de memoria, el infante no era una persona que sonriera pero lo hacía con tal de que su padre supiera que no estaba solo que lo tenia a el apresar de todo.

Los habitantes de Konoha no ayudaban en lo más mínimo el desprecio de la gente no solo era dirijido a Sakumo sino también a su hijo.

Paso el tiempo su padre ya no le gritaba era más cariñoso todo parecía ir mejor.....

O eso creía....

Se podía ver a un niño de plateados cabellos caminando por las calles de Konohagakure no sato- Bien ya tengo las cosas para la cena-pensaba el pequeño Hatake recordando cuánto le costó que le vendieran algo sin echarlo del lugar al igual que tuvo que pescar suspiro con pesadez trató de calmarse no quería preocupar a su padre suficiente tenía con salir del estado de depresión en la que se encontraba.

—Estoy en casa!!—nadie contestó —Debe estar ocupado-penso intentando tranquilizarse pero por alguna razón estaba inquieto —Papá?—nadie contesto de nuevo decidió seguir con sus tareas pues era tarde seguro su padre salió, se quedo estético pues derrepente un olor a hierro empezó a inundar sus fosas nasales - eso es.... Es SANGRE!?— se alarmó

—PAPÁ!?—grito con todas sus fuerzas otra vez nadie respondió a su llamado -PAPÁ!-volvió a llámarlo corriendo escaleras arriba al lugar de donde provenía aquel olor se aterró al ver que venía del cuarto de su padre que estaba casi frente al suyo aceleró cuando intento abrir el cuarto estaba serrado con llave—PAPÁ SOY YO KAKASHI DEJAME ENTRAR—hablo desesperado, la desesperación en el momento era demasiada en el pequeño Hatake corrió a la cosina rompió una decoración de la cual saco un pequeño conjunto de llaves las habían guardado para cualquier emergencia corrió de nuevo a la habitación de la que venía aquel olor rezando a todos los dioses que conocía que no fuera nada grave, si la sangre era de su padre imploraba que solo fuera una pequeña herida nada grave y por eso olía así...

Sumergido en sus pensamientos escucho un ruido ya la puerta no tenía seguro —Papá?—hablo para tomar todo el valor que tenía, llevaba un buen tiempo sin entrar a menos que su padre lo ordenará