La multitud ató al violador a la pira y le prendió fuego. Cuando la policía llegó, las llamas estaban apagándose.
—¿Está muerto? —preguntó el oficial.
—Al menos por un año más —respondió el alcalde.
—Bien. ¿Cuántas veces se repetirá?
El alcalde se encogió de hombros. Aquella era la séptima vez que quemaban a aquel hombre, que revivía en el aniversario de su muerte.
En el pueblo se rumoreaba que continuaría reviviendo hasta que equiparara el número de sus víctimas, que se decía era setenta y siete.
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Microcuentos de Terror ✔️
HorrorRecopilación de los microcuentos que he escrito y que ya he subido a mis perfiles sociales. Ninguno tiene más de cien de palabras y se leen en medio minuto. Agrega el libro a tu biblioteca y sorprendente con las micro-historias.