Libre → 💍

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Ay, si dice que no me muero. Pensó Zero con una carita de cachorro a medio morir, sus manos sostenían una billetera peluda con forma de pandita, la cual estaba vacía. La guardo en su bolsillo cuando Hefesto le entregó el artículo por el que había pagado.

Ni siquiera entendía porque compro una joya tan cara, Buda era todo sobre "Lo material no trae la verdadera felicidad bla bla bla" así que bien podría haber comprado uno de esos anillos de fantasía.

Sin embargo, abrió la pequeña cajita que le entregaron revelando de esa forma una hermosa sortija, una sonrisa cariñosa se formó en su carita redonda. ¡Es tan hermoso! El diamante azul le recordó a los hermosos ojos de su novio. Entonces, valió completamente la pena.

Agradeció a Hefesto por su espléndido trabajo para después salir del taller del herrero con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, su cuerpo vibrando de los nervios y la emoción. ¡Hoy será el día!

Tenía el anillo, seguía la propuesta. Zero esperaba con todo su corazón que el peli-rosa dijera que sí o al menos esperaba que no se asustara. Lo que el pequeño Zero no sabía es que Buda se encontraba en su casa preparando unos sándwich.

¿Por qué?

Porque Buda tenía la idea de invitar al pequeño Zero a un picnic, esta noche. Pues tenía algo muy importante que decirle. Si. Quería proponerle matrimonio.

Frunció el ceño levemente mientras mordía su mejilla interior. ¿Por qué mis sandwich se ven tan feos? Pensó. Había cortado los sandwich en un intento de darles forma; corazoncitos, estrellitas, círculos. Por supuesto, eso no había salido bien.

El peli-rosa soltó un suspiro mientras se encogía de hombros. Bueno, de igual forma se comerá. Pensó consolando para después meter los alimentos en una canasta. Lo que importaba era su sabor, no su apariencia.

✦ • ✦

Entonces, los dos se encontraban sentados sobre el pasto verde mientras observaban las estrellas en silenció, habían pasado toda la velada conversando y riendo, contando historias. Pero ahora.....

Buda se chupó los dedos una vez termino de comerse los sandwichitos para después lanzarle una mirada a su novio, mordió su dedo indeciso. Los ojitos de Zero estaban posados sobre el cielo mientras que su mente estaba en otro lugar, se preguntaba una y otra vez si este era el momento. 

"¿Sabes....?"

"Zero-Chan"

Los dos compartieron una mirada confundida, Buda arqueo una ceja mientras su labio se torcía en una sonrisa divertida. "Tu primero"

"Eh...." Zero se quedó en blanco por un segundo pues eso no había estado en el guión que había ensayado. Sacudió las manos de manera nerviosa. "No. No. Tu primero, Buda-Chan"

Lo más importante tiene que ir al final ¿No? Pensó Zero mientras colocaba sus manos encima de su regazo, su carita redonda reflejando ansiedad y nerviosismo.

Buda mordió su labio inferior sintiéndose un poco nervioso, metió su mano entre sus ropas para después sacar algo escondido en su puño. Zero le lanzó una mirada curiosa.

"He estado pensando...." Dijo lentamente, se arrimó hasta quedar a centímetros del pequeño albino. Sonrió. "Quiero que unamos nuestras almas...."

"¿Uh?" Los ojitos de Zero se abrieron.

Entonces, Buda abrió su mano revelando una sortija de compromiso, la cuál tenía incrustada un diamante amarillo. La sonrisa del peli-rosa creció mientras un sonrojo cubrió las mejillas del albino.

"Buda-Chan ¿Qué estás....?" artículo el pequeño albino totalmente sorprendido.

Sostuvo el anillo entre sus dedos, después, lo acercó al rostro del contrario. "Quiero que unamos nuestras almas en matrimonio ¿Te casarías conmigo?" pregunto con una sonrisa que revelaba todos sus dientes.

El pobre albino quedó sin palabras por un segundo hasta que....

"Ay ¡Buda-Chan!" se quejó haciendo un puchero mientras le lanzaba una mirada molesta. El peli-rosa abrió los ojos con sorpresa, se mostró heridos....

Entonces, Zero saco de su bolsillo la bonita cajita para después abrirla, revelando una hermosa sortija. "¡Me robaste la idea!"

La mandíbula del peli-rosa cayó para después soltar varias carcajadas. "¡Ay! ¡No puede ser!" exclamó mientras se reía. El pequeño albino infló los cachetes refunfuñando. ¡Maldición! ¡Yo quería hacer la propuesta! Pensó el pequeño Zero.

Fue cuando Buda levantó a su novio hasta sentarlo en su regazo, Zero soltó un sonido sorprendido, casi se le cae la cajita con anillo y todo. El albino levantó su cabecita encontrándose con la sonrisa cariñosa y divertida del peli-rosa.

El peli-rosa apretó al pequeño albino como si de un peluche se tratara. "¿Te importa si tomo eso como un sí?" pregunto con sus ojos azules brillando con fuerza.

Hizo un puchero mientras un sonrojo se esparcía por todo su rostro. Sin embargo, realmente no podía mantener por más tiempo su acto enfadado. "Me ofendería si no lo hicieras" sonrió inclinándose para besar la nariz del peli-rosa. Esté le devolvió la sonrisa mientras se ruborizaba.

El albino soltó una pequeña risa mientras se apartaba "¡Tienes que dejar que te ponga el anillo!" exclamó infantilmente, puede que no haya podido hacer la proposición, pero al menos pondría el anillo primero.

"Por supuesto~"

Week ➝ Shafuku ♡Where stories live. Discover now