Vuelves a mi.

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Una zona tranquila, suite de color negra y múltiples áreas verdes, alejada de la vida ajetreada de china, se repiraba un ambiente purificado y era el lugar perfecto para retirarse en un momento de la vida. Pero aquello solo era fachada, esa zona en particular pertencia a She Li y su séquito de súbditos, la zona estaba poblada de su gente, no existía el vuelo de una mosca, sin que el chico supiera, todo estaba monitoreado, todo estaba bajo su control y desde la entrega del Ojo del Halcón, nada se movía sin que el, lo viera.

El día que perpetuo su plan de llevarse a Cutt, fue el mismo día que Mo desapareció de Beijing y Jian Yi lo encerraron en la casa ubicada en la montaña, aquello se cálculo de último minuto, gracias a la llamada que había escuchado el pelirrojo, el cual tan solo con pocas palabras había descubierto que el tenía a pelo corto, el cual se mantenía al margen de sus exigencias, debido a que después que lo secuestro, lo drogó y lo dejó de nuevo en el departamento, lo reportó con la policía de manera anónima y después de dos días el mismo lo fue a buscar, dejando dos opciones o moría a manos de los hombres en aquella cárcel o se reintegraba con el a su mundo de estafas y drogas.

Cutt con mucho desespero aceptó, su cuerpo era testigo de lo mucho que lo maltratron en aquel lugar, enemigos de la serpiente, personas que le interesaba su aspecto, por diversión y por el placer sádico de verlo derrotado, sin fuerza o la dignidad por los suelos, desde ese día, cinco hombres lo acompañaban, el trabaja distribuyendo la mercancía de She Li, duraba horas fuera, y tenía días libre, solo cuando a este le apetecía o tenía ganas de hacerle la vida imposible, no tenía teléfono, no tenía tablet, cuando pensaba que podía evadir a los guardias esto lo miraba con desconfianza, no le dejaban cerca de ningún lugar donde se pudiera escapar o pedir ayudar, estaba en libertad si, pero un paso en falso y lo condenaban al encierro absoluto.

La suite del joven de ojos dorados era enorme, de fino grises y detalles negros, tenía cuadros y estatuas de serpiente, manzanas y una medusa de yeso pulido y detallado, su habiatcion tenía detalles dorado, en una de las lujosas paredes se encargaba de besar a Cutt, que a la primera oportunidad que su verdugo se alejaba para recuperar el aliento el volteaba su rostro, pero era en vano, She Li sujetaba su barbilla con fuerza y seguía la secuencia de besos forzados, pelo corto sentía temor de aquello, muchos veces lloraba cuando Li lo obligaba aquello, lo tocaba, lo besaba y lo acarciaba, si, cualquiera se sentiría excitado con eso y hasta halagado, pero el no, Cutt Bus no quería que nadie tocara su piel, menos el.

She Li se rindió, por no decir que se aburrió, algo que fue de sumo alivio para el otro, la serpiente se acostó en su cama, pelo corto se iba a marchar pero las puertas no abrían y estaba forzado una vez más a estar con el.

—Creo que ya merezco mi teléfono, he cumplido con tus exigencias, tus pedidos, yo necesito saber de mi padres. — Su ceño estaba algo fruncido y temblaba del frío.

— Sigue creyendo, porque no te pienso dar nada, al menos que me acompañes está noche, sin oponerte. — La propuesta era clara, quería probarlo a el, y probar sus límites, quería que pelo corto se entregará a el libremente.

— Mejores hombres me lo han sabido hacer, y yo me he entregado libremente, se sintió bien aquella vez cuando los probé, un teléfono no me motiva. — Tenía sus momento de rebeldía, de ira, pero como sabía que no se podía defender, atacaría el ego se aquella serpiente.

Al instante se arrepintió, no le dió tiempo si quiera de cubrirse ante de recibir una gran bofetada, sintió los nudillo en su mejilla, en su nariz y labios, un golpe tan violento que llegó a sentir la vibración del mismo, el dolor se hizo presente y la sangre se deslizó, lo había lastimado, tenía una herida en su labio, rompió su nariz, el solo se sujeto la boca tratando de detener el sangrado pero no paro ahí, sintió la presión en su cuello y como unos ojos dorados lo miraban con frialdad, sin arrepentimiento y muy sereno, lo cual solo significaba peligro.

— Ya decía yo que algo debías haber desarrollado en aquel lugar, tus habilidades de prostituta, seguro eres de lo que le gusta rudo.— Aún lo sujeto del brazo, guiandolo a la cama, dónde lo arrojó y se subió sobre el.

Estaba dispuesto a todo, a romper el poco de valor que tenía, hacerlo sentí miserable, iba a lastimarlo a tal punto que Cutt se acordaría porque lo apodaban la serpiente, el cuerpo debajo de el empezó a temblar, vio sus ojos claros, las lágrimas, y como cerraba los ojos para recibir el golpe y sujetando sus brazo para que lo soltara, procedió a tocarlo de una forma humillante, a dañar su ropa, pero cuando escucho un quejido de dolor y una voz que le decía. “Li por favor, no lo hagas” se detuvo, su mente viajo a cuando eran más jóvenes, cuando aquel chico lo seguía a todas partes, la relación extraña que tuvieron, como le robó su primer beso, las veces que le hizo de comer o lo ayudo con una herida.

Lo soltó, se levantó de su vientre, y abría la puerta, uno de sus subordinados había tocado la misma, al no contestar se quedó ahí, dicho hombre miraba con preocupación al joven tendido en la cama, el cual se levantaba con cuidado y al verlo, se cubrió con la sábanas avergonzado y mirando a otro lado para que no vieran su rostro desfigurado.

— Habla, no creo que estés aquí, solo para ver los adornos de la habitación. — Buscaba su movil y algo de tomar.

— Es que necesitamos la ayuda de Cutt, estamos a punto de recibir una de sus mercancías, pero tiene componentes que solo Cutt sabe diferencia, pero veo que no está disponible. — Bajo un tanto la mirada ante su superior.

— Muévete, ese embarque llega a las diez, te da tiempo de curarte todo eso, y más te vale cubrir eso, no quiero errores y alzame la voz de nuevo, o habla cualquier mierda, para que veas que a la próxima no me detendré. — Lo miró fijamente, mientras le indicaba, miro de arriba-abajo a su ayudante, no le gusto la mirada que había puesto sobre Cutt.

Cuando el mismo estaba a punto de salir lo besó, una forma de demostrarle a todo aquel que estuviera cerca, que ese chico era suyo, aunque aquel toque de sjs labios fue tanto violento, el chico ya no tenía fuerza de discutir.

—Una vez que termines, te reportas aquí. — Cerró las puerta y Cutt respiro de manera dolorosa.

— No sabía que eras su amante. — Comentó el chico guardia.

—No lo soy, solo que no tengo la fuerza para luchar con el. — Sintió como una mano cálida limpiaba su sangre y le entregaba un pañuelo. — Gracias Kay.

— De nada, vamos antes de que se empiece a hinchar ese rostro tan bonito. — Lo ayudó con una sonrisa.

Por un momento Cutt se sintió cálido con aquella demostración de cariño, hace mucho tiempo necesitaba una dosis de eso.

A través de una tablet, la serpiente miraba la escena con una expresión que no se podía descifrar, en su manos estaba un diminuto frasquito, el cual tenía una sustancia blanca, la cual ya habia probado.

¿Paz? Where stories live. Discover now