» día treinta «

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Las manos de Steve sudaban y su pie golpeaba con firmeza el suelo de la cafetería, estaba ido en sus revoltosos pensamientos.

Tras algunos días de comenzar a hablar con James por medio de mensajes, aquella necesidad de verlo todas las mañanas aumento mucho más en él. Natasha notó el cambio de sonrisas de su amigo y como este lucia más feliz, era claro quién tenía la culpa de ese cambio tan favorecedor; esa misma mañana antes de que Rogers saliese de su hogar, la menor le detuvo.

"—Steve, no te hagas tantos líos. Ya invítalo a salir."

El corazón del más grande se aceleró en aquel instante. ¿Invitarlo a salir?, eso solo haría más reales sus sentimientos por el mesero, podía admitir que James le gustaba, que le volvía un tanto loco toda la personalidad brillante del menor, pero era algo totalmente distinto el tener una cita. Claramente las cosas irían más serias, o qué tal si James no estaba interesado de esa
forma en su persona.... La cabeza de Steve era un lío.

—¡Buenos días, Steve!— Interrumpió los líos
mentales del ojiazul. Ignorante a la situación,
James le saludo alegre, Rogers se contagio de la sonrisa del menor.

La idea de invitarlo a salir ya no pareció tan
descabellada cuando Barnes hizo una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Quieres salir conmigo a una cita?— Soltó
sin más. sin darle más vueltas al asunto en
su cabeza, ¿Qué era lo peor que podía pasar?.

La libreta de pedidos cayó al piso llamando
la atención de algunos en el local -Steve sonrió satisfecho con la reacción del contrario-, y un sonrojo evidente se dejó apreciar en las mejillas de James.

—¿Co-cómo?— Tartamudeo nervioso.

—Tengamos una cita, James.

Café por la mañana - [stucky]Where stories live. Discover now