CAPÍTULO 05

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Londres, 12:00 de la mañana.

Miércoles 3 de Octubre.

Recuerdo una vez que le pregunté a mi madre por mi padre y en ese momento en la casa reinó él en silencio...

No fue hasta ahora, 13 años después, que entiendo el porqué.

Pues en parte era muy pequeña cuando todo sucedió, y creeme que toda mi vida he tratado con niños de todas las edades y es muy difícil para un niño entender y asimilar la partida de alguien y más cuando hay una conexión especial.

Aunque ahora, cuando lo analizo fríamente lo veo; no fue especial; me hizo creer que era especial. Que podría contra todo aquello que me propondría... pero ahora, hay un vacío, ya no lo sentía. Ya no siento la caricia de su mano por mi mejilla, esa promesa jurando por su vida que alguna vez volvería.

Y yo, cómo alma aburrida, mantenía la esperanza hasta que hoy en día me llegó la carta.

Esta carta me ha cambiado la vida; aquella persona que amaba e idealiza por haber muerto en batalla me doy cuenta que no fue más que una asquerosa coartada para irse con aquella, que no era mi madre, y aún así amaba más que su familia aquí olvidada.

Y ahora cuando me veo en el espejo, solo veo mi reflejo. Mi alma ha salido volando; normal y es que ni mi padre está a mi lado y a mi madre le doy asco.

Y desde entonces la única compañía es la lluvia porque, al igual que yo, es fría y casi sin vida.

Cuando voy a la universidad tampoco hay felicidad porque estoy siendo obligada a estudiar derecho... ¿Qué ironía no? ¿Ser obligada en cuerpo y alma a ser presionada a una carrera nunca deseada? ¿O que mi madre ya no me saluda por las mañanas aunque haya ganado premios a la más considerada?.

La felicidad, el amor, la esperanza y todo lo ligado a buenos sentimientos es en algo que ya no creo ni vivo desde hace tanto tiempo, solo veo estas cosas en los tantos libros que leo, a veces creo que alguien escribe vida, alguien que solo le gusta verme sufrir, que disfruta verme en soledad. ¡Dios si estás allí arriba, dame por favor un descanso de mi sola y triste vida!.

No sé porqué le pido ayuda, no creo que me escuche con todas las plegarias que le doy cada día

Sentimientos En Tinta Where stories live. Discover now