c u a r e n t a y t r e s

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—Ya se, mi niño, pero YoonOh no hizo nada —esbozó una sonrisa, pero XiaoJun estaba tan acostumbrado de ver a su padre mentir de esa manera, así que negó triste—. ¿Por qué no se van a vestir? ¡Iremos a desayunar!

Jeno asintió efusivamente con la cabeza y luego de darle un besito en la mejilla al de hoyuelos, bajó de la cama.

—¿Qué me pongo, papi?

—Algo cómodo, mi niño —TaeYong miró de reojo a YoonOh y éste se puso de pie con la excusa de ayudarlo a buscar su ropa.

—¿Papi? —preguntó XiaoJun en cuanto salieron de la habitación. Él sabía que su padre mentía y quería una respuesta.

—Perdón, mi amor, pero no podía decirte nada porque me avergüenza y además, Jeno se molestaría o se pondría triste —suspiró—. YoonOh se va esta noche a su casa —sus ojos se humedecieron de nuevo—. Lo voy a extrañar mucho, mi amor —chilló y su hijo lo abrazó.

Yo también, papá porque me cae bien y sobretodo voy a extrañar que ustedes estén así de felices—pensó—. Creo que Jeno lo va a extrañar más —rió bajito y logró sacarle una sonrisa a su padre—. Pero, pá, ¿por qué estás triste si vas a seguir viéndolo?

—Porque no será lo mismo —se encogió de hombros.

—¿Y si le dices que se quede?

—No puedo hacerlo, corazón. YoonOh tiene que volver a hacer su vida y no voy a ser egoísta. ¿Recuerdas que te expliqué el significado de esa palabra? —el chino asintió—. Bueno, pues entenderás que estaría mal que le pidiera que se quedara —de nuevo, su hijo asintió—. Ve a cambiarte, ¿sí? —su hijo asintió y luego de darle otro pequeño abrazo, salió de la habitación.

Luego de que todos se vistieron, subieron al auto de TaeYong y YoonOh por la cosumbre subió del lado del conductor.

—¿Entonces a dónde vamos? —preguntó encendiendo el auto.

—¿Qué se les antoja? —TaeYong se giró un poco para ver a sus pequeños y Jeno se encogió de hombros con un gesto divertido. Recordó que hace un par de días, XiaoJun le había dicho que tenía antojo de comida china, así que de inmediato lo propuso—. Los desayunos que sirve Kun en su restaurante son deliciosos —miró por el retrovisor la sonrisa que se formó en los labios de su hijo mayor y encendió la radio, dejándola con poco volumen para darle indicaciones a YoonOh de como llegar al restaurante de los Qian.

Al llegar, una linda chica los recibió con una enorme sonrisa y los llevó hasta su mesa, en dónde les contó lo que incluían sus menús de desayuno. Les dejó un par de cartas para que las vieran con calma y decidieran entre un platillo de la carta o un desayuno. La chica se alejó con una enorme sonrisa y les dijo que alguien se acercaría para tomar su orden.

La persona que tomaría su orden llegó con una enorme sonrisa, la cual se combinó con un sonrojo al ver de quienes se trataban.

—Ho-Hola —Yuqi saludó torpemente—. ¿Están listos para ordenar? —preguntó un poco más relajada y todos asintieron. TaeYong y YoonOh ordenaron lo suyo y lo de los pequeños—. En un momento les traen su comida —inclinó un poco su cabeza y se dio media vuelta para ir directo a la cocina a dejar la orden. 

XiaoJun recargó su codo sobre la mesa y su barbilla la dejó descansar sobre la palma de su mano, mirando directamente a su amiga. Quería saludarla y tal vez invitarla a sentarse, pero la pequeña ya le había dejado en claro que no debía molestarla en su trabajo, así que solo quedaba mirarla desde su mesa.

No pasó mucho tiempo cuando un par de chicos les llevaron su comida. Les agradecieron y comenzaron a comer en un ameno silencio. TaeYong no mentía cuando había dicho que servían muy buenos desayunos. 

Bizarre [JaeYong]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang