Día 39.

74 3 0
                                    

Veo el cielo y me siento seguro. 
Sé que me están cuidando. 
Sé que me están vigilando. 
Sin embargo, no tienen idea de cuánto daría por abrazarlos una última vez...
Por decirles ese "te amo" que se quedó atrapado en mi garganta, 
ese "te amo" que me terminé tragando mientras lloraba. 
Ese mismo que digo al cielo estrellado de vez en cuando, 
aún sabiendo que no tendrá respuesta. 

Cierro los ojos y miro sus sonrisas. 
Entre mis canciones favoritas escucho sus risas. 
Me voy a dormir con la esperanza de verlos y poder escuchar sus voces otra vez. 
En mi corazón siempre está ese vacío, 
porque sin ustedes no volverá a estar completo. 

Le pido al universo más vida para quienes me rodean. 
Ya no soportaría otra pérdida tan rápido... 
Cada noche mis ojos se nublan con sus recuerdos. 
Me despierto en la madrugada anhelando que todo sea una pesadilla. 
Y me rompo cada vez que me doy cuenta que no es así. 

Ya no están para protegerme. 
Ya no están para consentirme. 
Ya no están para escucharme. 

A veces solo quisiera morir y así estar con ustedes por el resto de la eternidad. 
Pero, ¿por qué me dejaron responsabilidades? 
Cuida a tus hermanos. Cuida a tu mamá y a tu abuela. 
Ya no discutas con tu mamá...
Y lo he cumplido. 
He cuidado de ellos. 
Ya no he discutido con mi mamá. 

Daría lo que sea por tenerlos frente a mí otra vez. 

***

¡Hola! ¿Cómo están? 
Cada vez que escribo un día más en este poemario, les muestro mi versión más vulnerable. Aquella que solo necesita amor y cariñito, que lo entiendan, que le demuestren que lo aprecian. 
Sin embargo, este día, les muestro la parte de mi corazón que está rota y no se va a arreglar. Les muestro ese dolor que cada día aumenta, pero que tengo que aprender a vivir con él. 

En septiembre perdí a mi papá por COVID. Era muy unido con él, y fue algo tan inesperado que me rompió bastante, sin embargo no pude vivir el duelo hasta diciembre. Era a alguien a quien miraba en mi futuro. Alguien que no pensaba que fuese a perder tan pronto. 

En un poco más de 3 meses de eso, perdí a mi abuelo por unos problemas de salud. Ese duelo si lo viví inmediatamente. 

Ni siquiera había asimilado la pérdida de mi papá, y pierdo también a mi abuelo. Esa persona que estuvo a mi lado cada día desde que nací. El universo me mató en vida. 

Hay días buenos, y días malos. A veces ni sé cómo enfrentarlos. Me quisiera esconder entre los brazos de mi papá. Quisiera escuchar los chistes que contaba mi abuelo. 

Inconscientemente sigo esperando a mi papá cada domingo, porque solo lo veía los domingos. 
Me detengo de gritar "abu" cada vez que bajó a casa de mis abuelos. 

Valoren a quienes los rodean, porque les juro que yo por lo menos con mi papá me quedé tranquilo que le di todo mi amor. Y con mi abuelo que logré expresarle cuanto le agradecía por todo lo que hizo por mí, por lo menos a él le pude dar un besito de despedida, le debo el "te amo" porque tenía la esperanza de volver a verlo. 

Gracias por haberme leído. 

-N

365 días de tristezaWhere stories live. Discover now