El Malvado Patriarca Y Sus Dos Esposos.

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 36

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Lán Zhān se sentía feliz, era por que ahora todos sabían que Wèi Ying era suyo y de su hermano.

Lán Huan estaba feliz por ver que todos entendieron que A-Ying fue de ellos y será de ellos.

Aunque se sentía un poco celoso ya que vieron como su A-Ying se sonrojaba.

Entonces cuando todos pensaron que iban a ver otra cosa.

Escucharon jadeos y palabras muy .........

Todos se sintieron avergonzados.

Y Lán Zhān rápidamente quitó la cinta, Suìbían y la campana.

Las mujeres tenían sus mejillas rojas al pensar en las palabras que decían esos tres y más cuando escucharon el choque de carne contra carne.

Sabían muy bien que estaban haciendo esos tres.

– tos, entonces mañana seguiremos –. Jiāng Cheng se levantó y dijo.

Lán Huan cargo a su A-Ying y se fue junto con su hermano.

Wèi Ying tenía la cara escondida en el pecho de Lán Huan, este sin duda va a ser su lado oscuro de la vida..

¡¡¡¡¡Es demasiado vergonzoso que hayan escuchado sus gemidos y las palabras que decía él y los dos Lán desvergonzados!!!!!!!!.

Wèi Ying quería que la tierra lo tragara vivo.

No tengo ni cara para ver ahorita a mis bebés.

Lán Huan entró en la habitación de la posada y dejo a A-Ying en la cama.

Lán Zhān entró con una bandeja llena de comida.

Wèi Ying comió en silencio pero en su mente vino los recuerdos de ese día.

– ¿Por que los dos me trajeron devuelta a una habitación y pusieron talismanes silenciadores? –. Wèi Ying se sentía confundido pero sabía en el fondo de su corazón que debía salir de aquí o podría no salir virgen.

– A-Ying solo queremos que respondas a nuestra declaración –. Lán Huan se acercó a Wèi Ying y lo acorraló contra la pared.

– es demasiado tiempo y hemos estado esperando la respuesta de Wèi Ying –. Lán Zhān calmadamente tomo su tasa de té.

No iba a ser tan tonto como para acorralar a Wèi Ying, eso solo haría que lo asustara.

Ahora su hermano.... Bueno, el tiene la culpa y yo no he hecho nada.

Wèi Ying quería llorar.

¡¡Solo por ese motivo vinieron y me llevaron a esta habitación!!.

Será mejor irme lo más rápido posible.

– suspiró, bien, les responderé si cada uno de ustedes se toma una jarra de la sonrisa del emperador –. Wèi Ying suspiró aliviado cuando Lán Huan lo dejo ir.

Entonces vió a los dos agarrar una jarra cada uno y destapar la.

Luego como estos se la terminaron en poco tiempo....

– bueno... Ustedes ganaron, Lán Huan, Lán Zhān y-yo la verdad no s-s- –. Wèi Ying se detuvo al ver cómo los dos jades quedaban inconcientes.