Bʟᴏᴏᴅ [Jᴜɴɪᴏʀ Wʜᴇᴇʟᴇʀ]

Lᴏssᴇs

—Que se jodan los perdedores que no saben aceptar una broma.

Se escuchaban los gritos en la sala, pero no hice caso.

—Ven con nosotros y será mejor que antes —animó.—tu y yo... Juntos.

Negué varias veces.—Yo no soy así.

—¡Mentira! —interfirió.—eres exactamente así y lo sabes. Tú y Junior están hechos el uno para el otro.

De nuevo regrese mi vista a Jun y este asintió sonriendo.

—Te amo, Junior —hablé viéndolo.—de verdad que lo hago.

Él me veía sin decir nada, así que seguí.

—Porque eras amable, porque fuiste leal.. porque me perdonabas cada vez que yo metía la pata —sonreí recordando esos momentos.—fui una idiota, dios, fui una completa idiota. Y tú eras el chico más dulce.

Sonreí tiernamente viéndolo.

—Creo que voy a enfermar —oí hablar a Chucky.—No es un chico, ya es un hombre.

—Tú no eres así Jun, eres un chico, no un hombre. Eres mi chico. Y nunca serás el tipo de hombre que él quiere que seas —expliqué.

Junior tenía los ojos llorosos.

—¡Mátala ahora, Junior!

—Pero si caes... —recorde ese día en la fiesta de Oliver.

“—Sin importar lo que pase, yo te protegeré —sonrió.

Sonreí tiernamente.—Junior Wheeler, mi héroe y mi chico.

—¿Me sostendrías a mi? —preguntó.

—¿Qué crees? —sonreí.

—Probablemente si —intentó sonreír.

—Ahí tienes la respuesta —lo besé.”

—Esta vez sí te atraparé.

Junior intensificó el agarre del cuchillo.

—Te lo prometo —sonreí.

—¡Mentira! ¡Mátala! ¡O lo haré yo! —amenazó.

Junior corrió hacia mí y por un momento pensé que me mataría, pero fue hacia Chucky. Peleaba contra este hasta que en un momento le enterró el cuchillo.

—Déjala en paz —murmuró hacia él y enterró aún más el arma.—ella no es como nosotros.

—Creo que voy a enfermar —dijo antes de cerrar los ojos y caer por completo.

Sonreí contenta, iba a correr hacia mi novio y este se levantó con un cuchillo en el pecho.

Lo ví preocupada y las lágrimas no tardaron en salir.

—_____... —me llamó y al hacerlo cayó al piso.

—¡Junior!

Corrí hacia él y me agaché para verlo.

—No, no, no —susurraba.—hey, todo estará bien, por favor no te vayas, ¿Si?

Volteó para verme y agarró mi mejilla.

—Claro que todo estará bien —susurró con dificultad.—estoy aquí... Contigo.

Sonrió y se acercó a mi para besarme. Sentí el tacto de sus labios fríos.

Esos dulces labios que me besaban y me daban calidez, ahora solo daban frialdad.

—Por favor, por favor, resiste, debe de haber una manera —dije llorando.