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"Estoy perdiendo el tiempo, porque siempre fuiste tú"
|Louis Tomlinson.

Ginger y Timothée eran un par de desconocidos o tal vez dos almas destinadas sin saberlo aún.
Él era tan silencioso como la noche estrellada y ella, simplemente era una bocanada de aire al amanecer.

Diferentes pero al estar juntos sé lograban complementar a la perfección, ambos experimentaban el llamando "Amour de la jeunesse", uno de esos amores que sólo se experimentaba una vez en la vida.

Tarde o temprano alguno tendría que dar el paso, sin importar que tan pronto fuese, ambos creían ampliamente en el destino y en el amor a primera vista.
No necesitaban esperar más tiempo para sacar a flote sus sentimientos, bastaría una charla o un beso.

— ¿Espera acaso me conocías?-cuestionó dudosa.

— Digamos que si.

— Un "digamos que si", no me convence.

— Está bien, lo más posible es que no lo recuerdes, pero durante mucho tiempo compartimos colegio, sólo que yo era...Solitario y tú demasiado social-argumentó con una ligera risa-En fin todo el grupo me molestaba, excepto tú, tú siempre tratabas de ser mi amiga, te interesabas en mí-finalizó.

— Perdón, pero sinceramente no lo recuerdo.

— No te preocupes, igual tendremos más oportunidad de conocernos.

— ¿Te parece si ahora damos el paseo?.

— Claro-contestó levantado los
hombros, restándole importancia.

Ambos se dirigieron escaleras abajo y avisaron a su madre que saldrían.
Cruzaron el pasillo que sé dirigía a la entrada para salir del acogedor lugar.
El viento soplaba la rebelde cabellera del azabache , y las hojas secas de los árboles, revolotiaban alrededor de ambos.

Mientras caminaban, Ginger podía notar que aquellos ojos eran verdes como el verano y esos rulos no sabían cuanto deseaba pasar sus dedos entre ellos cada noche.

— ¿El clima es perfecto siempre?-preguntó él.

— No, bueno sólo en otoño.

— El otoño es una estacionó increíble, te permite escribir y leer con una tenue tranquilidad-confesó sin dudar.

— ¿Te gusta escribír?.

— Claro que si, lo considero uno de mis tantos pasatiempos...Sabes, suelo escribir con mayor facilidad en estas fechas-agregó.

— Eso es increíble, escribír es algo interesante, en lo personal me encanta escribir.

— ¿Tienes un bolígrafo?-asintió y preguntó para descolocar un poco a la chica.

— ¿Qué clase de escritora sería si no?-respondió con simpatía para entrégale el bolígrafo favorito de su padre, el cual traía consigo siempre, como uno de los tantos recuerdos.

— Gracias, ¿puedo escribí algo en tú mano?-cuestionó.

— Si, supongo.

Tomo con delicadeza la mano de la castaña y escribió con suma concentración un par de frase que no sé lograba ver con claridad.

— Listo.

Chaque fois que je te regarde, tu me fais voyager vers une autre réalité-pronunció con torpesa, pues su Francés era terrible-¡Timothée! ¿Qué se supone que significa?-reprochó con enfado.

— Tal vez algún día lo entenderás Ginger, mi querida Ginny.

— Claro-chasqueo la lengua.

— Necesitamos un poco de tiempo para que mejores tú Francés-agregó-Y tú sentido del humor-continuo.

— Eres tan agradable Timothée-murmuró con sarcasmo.

— Lo sé me lo han dicho muchas veces.

— Seguro que sí.

Timothée, Timothée, Timothée durante el transcurso del camino la castaña había repasado aquel nombre como si de alguna forma al repetirlo lograra decifrarlo.
Sentía la necesidad de conocer más a fondo al chico de ojos esmeralda, ese era ahora su único cometido, su única razón para seguir adelante.

📍Los quiero infinitamente.
Attte:persona escribiendo en cualquier parte del mundo.

El cliché de Timothée. Where stories live. Discover now