EXTRAÑOS

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El trabajo de ese día fue más fácil, lo llevó a las afueras de la ciudad donde tenían encerrado a la víctima; era el socio de una compañía de seguridad que se había encargado de asesinar a muchas personas incriminando a uno de sus empleados quien fue injustamente encarcelado, además que su hijo había secuestrado a uno de los familiares de Kyungjin. 

El hombre comenzó a pedir perdón en el momento que la máscara de diablillo rojo apareció, dos disparos y los gritos cesaron. Soobin subió de nuevo al auto mirando por la ventana, estaba cansado de todo. Luego de cambiarse, siguió con su rutina, se subió al autobús y en dos paradas se subió el chico de basketball muy cansado, parecía haber corrido. Cruzó miradas con Soobin y al verlo sonrió. Se sentó en el asiento contiguo al de él y Soobin podía observar al chico por el reflejo de la ventana, todo el viaje no dejaron de verse, pero no dijeron nada. 

Antes de bajarse, Soobin juró ver como el chico le decía adiós con la mano. Antes de poder reaccionar se encontraba caminando hacia su casa, al llegar Kai estaba peleando con su mamá. Suspiró y se acercó a ellos, cuando su hermano lo vio, corrió a esconderse tras él. 

Los viernes era el único día donde su madre no trabajaba en la tarde por lo que llegaba temprano a casa; era el día menos favorito de Kai ya que su madre lo regañaba siempre que podía, y es que la señora Choi esperaba que su hijo tuviese buenas calificaciones, pero a Kai le importaba pasar, estaba más interesado en la música y no tanto en sus materias. 

-Dile a tu hermano que debe comprender nuestra situación económica- reprochó su madre. 

-¿Qué está pasando?- preguntó Soobin muy confundido. 

-Dile a tu madre que no es mi culpa que me expulsaran del colegio por no caerle bien al director- dijo su hermano

Ahora entendía, Kai siempre tuvo problemas con el director debido a que una vez, el chico expuso como el director favorecía a ciertos alumnos haciendo que varios padres de familia pusieran queja y casi lo despidieran. Kai era muy astuto para su edad y eso no les agradaba a muchos, por lo que no era de extrañar que el hombre buscara cualquier excusa para expulsarlo. 

Su madre seguía regañando a su hermano y Soobin estaba demasiado cansado como para discutir. 

-Tengo dinero ahorrado- dijo Soobin – De pequeños trabajos que he hecho, podemos ir mañana a las oficinas del colegio. Y antes que preguntes, sí, está abierto por los del club de música. Yo mismo preguntaré lo que necesitamos para inscribirlo. No debes preocuparte por nada. 

Kai abrazó a su hermano mientras que su madre comenzó a quejarse cada vez más. Soobin tomó una fruta de la cocina y llamó por teléfono al colegio, sabía que aún quedaban personas de administración. Al llamar le dijeron las cosas que necesitaba de parte del colegio anterior de Kai y el horario de atención del día siguiente. 

Soobin se levantó temprano y con un Kai a medio arreglar, salió de casa para poder arreglar parte del papeleo. Dijeron que solo su madre podía hacer eso, pero les explicó la situación. Dijeron que debía esperar hasta el lunes. 

El lunes corrió a recoger los papeles (saltándose algunas clases) y luego regresó al colegio a entregar todo. Oficialmente Kai podía iniciar clases el día siguiente, parecía emocionado mientras que Soobin estaba preocupado porque eso significaba que debía ser más cuidadoso con su trabajo, esperaba que Beomgyu y Jooyoung le pudiesen ayudar.

A Soobin le encantaría decir que el día siguiente fue el perfecto inicio, pero iban tarde, muy tarde, Kai había tardado una eternidad en bañarse y retrasó todo el horario que tenía planificado Soobin. 

Al entrar, Soobin tiraba a su hermano del brazo, corriendo por los pasillos para llevar al menor a su salón de clases correspondiente. Todo va parece marchar bien hasta que chocaron con alguien, haciendo que Soobin suelte la mano de su hermano y cayera con la cara contra el suelo, a los pies del desconocido. 

High School SweetheartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora