— ¡Popee!

— veo que las chicas finalmente hicieron de las suyas

— ¡no lo digas!, es vergonzoso vestir así —exclamé

— pues es la única ropa que tienen ellas

— ¡entonces me pondré la ropa de Kedamono! —dije sin pensar

— no hagas eso, el solo tiene shorts, ¿o es que quieres andar por ahí desnuda de la cintura para arriba? —dijo burlón

En esos momentos mi cara parecía un tomate de la vergüenza.

— noo —grite quejándome

Escuché sus carcajadas producto de mi infortunio, estaba claro que mi situación tan solo le causaba gracia, aprovechando la oportunidad para burlarse, sin embargo… —“su risa”—

Aquella conversación fue interrumpida debido a ciertas voces femeninas que gritaban mi nombre, podía verles a lo lejos buscándome. Entre en pánico.

— ¡me encontrarán! —exclame

— entonces vamos

Sentí como aquel rubio sujetaba mi mano, llevandome consigo, no sabía a dónde pero a decir verdad tampoco me importaba, inclusive olvide por completo la razón por la que escapabamos. Mi mente se congelo y mis ojos simplemente le miraban, ¿era acaso un escenario romántico?, no exactamente, aún así lo tome como un sí.

Para cuándo pude reaccionar ya nos encontrábamos dentro de una carpa, su carpa. Todo a mi alrededor era colores pastel, demasiado rosa, tanto que podía incluso llegar a molestar, —“me encanta”—.

— te prestaré ropa si prometes cuidarla con tu vida —dijo

— ¿enserio? —pregunte con gran entusiasmo— ¿harías eso por mi?

— ¡cállate claro que no! —frunció el ceño— lo hago para que dejes de hacer berrinches que me estresas

— pero si hace un rato reías —exprese confundida

— ¡claro!, me estaba burlando de ti, ya toma algo y cambiate antes de que me arrepienta

Sus cambios de humor me agradaban, eran parte de las razones por las que me enamore de el.

Me acerque hasta su ropero para elegir algún atuendo, a decir verdad no había mucho por escojer, además del hecho que todo era rosa o con el patrón a rayas de su traje de siempre, aún así escogí unos shorts con unas medias a rayas púrpura y celeste, acompañado de un saco sin mangas igualmente a rayas de colores idénticos a los de su característico traje de payaso.

— usaré esto —le mostré lo escogido

— bien entonces cámbiate

Le mire simplemente, sonriendo por su inocencia o por no percatarse de que seguía ahí.

— porque me miras tanto, se que soy atractivo pero

— bueno si, lo eres pero —respondí— es que no tienes un vestidor

— y luego

— ¿acaso quieres verme sin ropa? —pregunte en tono burlón

Segundos después cayó en cuenta de la situación dando un salto de la impresión enrojeciendo cuál tómate.

— esperaré afuera —menciono retirándose del sitio

No pude evitar soltar una risa debido a su comportamiento, me hacía feliz estar allí. Me llevo unos minutos cambiarme de ropa, aunque no lo parecía era bastante cómoda y a la vez fresca para estar en un desierto.

Misión, enamorar a Popee ||Popeextu||Where stories live. Discover now