Detrás de las cámaras [𝑺.𝑳]

#3. 𝓛𝓪 𝓯𝓸𝓽𝓸

Estoy tan embelesada viendo la película que el ruidoso retumbar del teléfono hace que de un brinco del susto, e involuntariamente suelto el platanito que llevaba hacia mi boca. Hago una mueca fastidio, y lo encuentro con la mirada.

La verdad, no me apetece atender ahorita, y seguro en algún momento se cansarán de llamar. Me encojo de hombros y devuelvo mi atención a los platanitos y al televisor frente a mí. Matt me recomendó Sucker Punch, pero llevo como media hora intentando comprenderla y nada, supongo que no soy lo bastante inteligente para esto, igual ya después buscaría la explicación en YouTube y me regocijaría con él de haberla entendido a la primera.

El teléfono vuelve a resonar, esta vez, resignada, me levanto, por lo menos a ver quién es y decidir si seguir ignorando la llamada. Cuando en la pantalla aparece el nombre de Richard, doy un saltito y me apresuro a contestar.

— ¿Ho..?

— ¿Es en serio que ni siquiera a tu mánager le pensabas contestar? —espeta a través de la línea, haciendo que me encoja un poquito en donde estoy. Ups...

— ¡Lo siento! No sabía que eras tú —me defiendo.

A él le molestaba que no le atendiese a tiempo, sobre todo porque llamaba en escasas oportunidades y sólo para asuntos importantes.

—Da igual... Hoy estoy de buen humor. Tengo buenas noticias.

— ¿De verdad? —cuestiono emocionada, dejándome caer en el sofá nuevamente—. Cuenta, cuenta...

—Realmente, he llamado para lo puntual... Necesito que me envíes a través del correo tus fotos profesionales más recientes, y además, necesito que te grabes actuando. Una escena cualquiera, la que sea, sólo no puede ser uno de tus trabajos previos. Oh, y si puede ser antes de mañana al mediodía, mucho mejor.

Asiento a medida que voy escuchando, existía la posibilidad de un nuevo trabajo y estaba comenzando a emocionarme.

— ¿Puedo preguntar para qué?

—Un viejo amigo me contactó esta mañana, ha estado siguiendo tu trabajo, y te quiere para una película, pero igualmente debes pasar el proceso de audiciones.

Me enderezo de la emoción, no me esperaba eso. Que alguien apreciase mi trabajo y que además me tomase en cuenta a mí para un proyecto era demasiado sorprendente, y a la vez emocionante.

—Vaya... Es halagador que aprecien de esa forma mi trabajo, de verdad —digo alegremente y con una amplia sonrisa.

—No sé por qué aún te sorprendes, Elena. Eres muy buena, tienes que comenzar a tener más seguridad sobre lo que haces.

Aunque sé que esta vez lo dice de forma reconfortante, no puedo evitar sentirme como un perrito regañado, recordando a Richard y sus charlas sobre el autoestima.

—Oye, Richard... ¿Puedo escoger una escena del Rey...

—No —corta inmediatamente, por lo que suelto una risita.

—Que aguafiestas... Pero, en serio... ¿Sólo una escena, así sin más? ¿No te especificaron nada? ¿Y de qué trata la película? ¿O cómo es el papel? Debo tener al menos una idea.

—No tengo detalles, al parecer lo mantienen todo bajo confidencialidad, sólo serán revelados a aquellos que entren oficialmente en la película. Por lo que tengo entendido, serán dos audiciones. Si luego del video deciden aprobarte, sigue la audición presencial, y si te dan el Callback tendrías la tercera dentro del set de grabación, que vendría siendo la definitiva. —Hace una pausa, y con la mirada perdida sólo pienso en que ese tipo de confidencialidad normalmente significaba una cosa, y era prestigio para la casa productora—. Me interesa que trabajes con él, Elena. Ha dirigido películas exitosas, y sería un impulso para tu carrera.