Capítulo 9. Obligaciones

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Los deltas solo destruyen, roban y matan. Y este grupo estaba pidiendo una acción inmediata.

—¿Cuántos crees que son? —pregunta Dagger.

—Mínimo deben de quedar 40.

—¿40? Eso no puede solo ser una horda de deltas, ¿seguro que no son una manada? Los de más allá de Clear Montain.

—Nuestros exploradores han comprobado que a ellos también los han atacado.

—En ese caso hay que encontrarlos y destruirlos, inmediatamente.

—Necesito un mínimo de 50 alfas, necesito rastreadores, y los exploradores del sur.

Dagger asiente, nuestra unión con la manada de Sweet Water, nos ha hecho más fuertes, nuestras fronteras están seguras, y podemos contar con nuestros alfas del sur.

—Axe, Saw —dice Dagger con rotundidad—. Os vais al norte, quiero sus cabezas.

Ambos asienten, y yo estoy dispuesto a recibir mis órdenes.

—Hammer, tú te quedas, te necesito aquí. Blue entrará en celo pronto.

El gesto de Axe es casi imperceptible, pero como segundo no puede decir nada, irá al norte, y traerá las 40 cabezas delta.

Saw es la única que se muestra encantada, mi amiga ha nacido para la guerra.

Todos sabemos que el celo de Blue se acerca, se nota en el ambiente, y ahora es lo más importante para la manada, de él depende nuestra prosperidad. Pero hubiera preferido irme al norte que tener la posibilidad de acosar al gamma que se filtra en ese momento por mi visión periférica cargado de sus productos de limpieza y un aura oscura.




Axe

No puedo decir que no lo esperara, pero mi necesidad de estar junto a Dagger cada vez duele más, y es más improbable.

Va a preñar a ese omega, va a parir una camada de omegas y yo voy a tener que verlo. Quizás después de esta misión pueda pedir un traslado a una de las fronteras, no quiero verlo, no quiero vivirlo.

También hubiera preferido no ir con Saw, nuestra relación cada vez es más tensa, y sé que acabará estallando de nuevo.

Mi control es lo único que me queda, mi control y mis muchos secretos, y cada día los siento más como agua entre mis dedos.

Si los pierdo, quiero estar lejos, muy lejos.




Saw

No necesito a Axe para controlarme, de hecho preferiría llevar a cabo esta misión yo sola y mis alfas.

Pero lo que dice Dagger es ley, y siempre es y será así.

El aura de tristeza de Axe se me pega a la piel, es asqueroso, y si me pide que acabe con él lo haré con gusto.

Somos alfas, no putos gamma llorones, pero también es mi amigo, siempre lo ha sido y la lealtad que siento por él me impide repudiarlo.

Sé que si lo enfrento, seré la segunda alfa, y él será repudiado como esos deltas que vamos a cazar.

Es lo que merece, es lo que los alfas tenemos que hacer. Aún así, solo asiento y lo vigilo. Pero su fin está anunciado como no cambie su actitud, y sé que por eso Dagger lo manda conmigo y se queda con Hammer.

Dagger le quiere, y a su modo lo está protegiendo.

Pero antes de irnos los cuatros sabemos que es muy posible que Axe no vuelva.



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Una ronda de alfas intensitos.


Nos leemos.


Besitos.


Sara

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