—Ya que —se encogió de hombros.

______ intentó no reírse ante la cara de indignación que tenía Camilo.

—Eres un mocoso malo —lo jaló de la mejilla.

Antonio comenzó a lloriquear, —¡______!, ayúdame.

Ella llevó su mano y tomó la mejilla del chico, la jaló suavemente pero Camilo comenzó a lloriquear de forma exagerada.

—¡Si! ¡Eso! —exclamó triunfante el menor.

—¡Mi precioso rostro! —chilló.

______ lo soltó, Camilo solo sobó su mejilla como si lo hubiera lastimado.

—Que dramático —la castaña volteó los ojos.

—De eso va mi don, preciosa.

Antonio corrió hasta interponerse entre los adolescentes, —Vuelvan a elevarme como el otro día.

Tomó la mano de su hermano y la castaña, estos contaron hasta 3 y lo comenzaron a columpiar de forma cuidadosa.

El pequeño sólo reía, le divertía mucho estar con ellos dos.

—Bueno, nos vemos más tarde —Camilo sonrió.

Habían llegado a la esquina donde se separaban.

______ asintió, —Hasta luego pequeño —le dio un abrazo al menor.

—Adiós ____, espero verte pronto —le devolvió el abrazo—. Camilo pasa tanto tiempo contigo que ahora ya ni puedo verte —hizo un puchero.

—Un día de estos iré a visitarte, lo prometo —alzó su meñique.

Antonio alzó el suyo y lo entrelazaron, —Prometido.

—¿También irás a verme a mí? —Camilo hizo un puchero.

Dios, estos hermanos si que se parecían demasiado.

—No, ella sólo irá por mí —el menor lo miró desafiante.

—Yo soy su novio, tengo más derecho de verla —le devolvió la mirada.

—Pero yo siempre he sido su favorito —le mostró la lengua.

—Pues ahora yo soy el favorito porque soy su novio —lo imitó.

—Ella se divierte más estando conmigo —Antonio se cruzó de brazos.

—¡Eso... —fue interrumpido.

______ cubrió la boca de Camilo con su mano, —Ya, basta —regañó la castaña—. Ambos son mis favoritos, a ambos los quiero.

—Si, pero a mí más —algo apenas audible se escuchó de Camilo.

—Ella dijo que a ambos —bufó el niño.

______ quitó su mano y suspiró, —Si que son hermanos.

Camilo y Antonio sólo se miraban de mala gana.

—Bueno, tengo que irme. Los quiero, a ambos —aclaró.

Una sonrisa apareció en ellos.

—Yo también te quiero —Camilo se acercó rápidamente y le dio un beso en la frente.

—¡Oye!, yo también quiero hacer eso —Antonio se acercó a la chica.

—¡No!, ella no quiere eso —Camilo lo jaló hacia él.

—¿Y cómo sabes que si quiere eso de ti? —frunció el ceño.

—Porque somos novios —sonrió triunfante.

En el Silencio [Camilo Madrigal] Where stories live. Discover now