Capítulo 14: Your spell

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-¿Acaso tengo algo en el rostro?- Le pregunté, mientras mantenía mi vista enfocada en un libro que había llevado para hojear. Él desvió la mirada rápidamente.- ¿Crees que no noto cómo me miras?- Volví a preguntar, entre risitas nerviosas.

-Claro que te miro. Eres hermosa.- Comentó él, como si fuera lo más normal del mundo.

-Hay otras chicas hermosas que puedes mirar. Mientras que no toques, todo irá bien.- Retomé yo, empujando suavemente su hombro con el mío. Me gustaba que fuéramos así, como colegas. Él me sonrió y se mordió el labio.

-Eres terrible.- Agregó negando la cabeza entre risas.- Pero nadie me llama la atención más que tú.- Yo me quité los lentes de sol para mirarlo a los ojos con profundidad.

-¿Lo juras?- Pregunté, seria.

-Lo juro.- Afirmó y me dio un beso corto en los labios, pero mantuvo la proximidad de nuestros rostros.- Además, no puedo parar de imaginarte sin ropa.- Mi cara habrá sido un poema, puesto que me sonrojé tanto que dolía.

-Hi-hicc.- Lo regañé yo, mirando a ambos lados para ver si nadie nos había oído. Lo cual fue estúpido, porque había susurrado.

-Es la verdad.- Anunció, riéndose de mi reacción.

-Eres un pervertido.- Lo amenacé. Él se acercó a mí para tumbarme sobre la toalla que habíamos tendido en la arena y acorralarme con su cuerpo.

-No, tú me provocas serlo. Tienes la culpa por ser tan irresistible.- Arqueé una ceja.

-¿Así que ahora es MI culpa?- Él asintió, divertido, para luego acercarse a mí y besarme. Lo separé levemente con mis manos para poder continuar hablando.- ¿Quien fue el profesor depravado que besó a una alumna?- Él rió sonoramente.

-¿Quien fue la alumna que se le insinuó?- Abrí la boca, expresando ofensa, aunque en realidad estaba luchando por contener la risa.

-Suéltame.- Le ordené, fingiendo molestia.

-No.- Se negó él, acercándose lentamente a mi cuello.

-Ahora, Hiccup Haddock.- Volví a amenazarlo, pero el siguió avanzando.

-¿De verdad quieres que me detenga?- Susurro sobre mi cuello, para luego lamerlo. ¡No, por Dios, no pares!

-S-sí.- Tartamudeé, entrelazando su cabello con los dedos de mis manos.

-¿De verdad?- Siguió jugando él, dando besos cortos por todo mi cuello; subiendo despacio hasta mi boca, cuando estuvo por besarla, se apartó para ver mi cara de placer y reír entre dientes.- No pareces muy segura.- Lo fulminé con la mirada, odiaba que jugara conmigo de esa forma; y me reincorporé levemente para tomarlo de la nuca y atraer sus labios a los míos.

-.-.-

La noche llegó mucho antes de lo que esperaba. Hiccup y yo habíamos ido a cenar a un lujoso restaurante italiano, en donde comimos Pizza a la piedra. Nos reímos mucho y nos la pasamos severamente bien.

Ahora nos encontrábamos en el auto que había alquilado para movernos por la ciudad y nos dirigíamos al hotel. Su tiempo para 'hacerme el amor' se estaba acabando y que hubiese esperado hasta el último momento de la noche me hacía sentirme aún más ansiosa de lo que ya estaba.

-¿Sabes que me parece raro?- Habló de repente, por sobre la música. Yo me giré para mirarlo.- No me has hecho ni una simple pregunta.- Fruncí el ceño, confundida.

-¿Disculpa?- Pregunté.

-Dos autos caros, vacaciones en California, hotel de lujo... ¿Nada de eso te despierta un poco de curiosidad?- Él me sonrió alegre. Negué levemente con la cabeza.

-¿Por qué preguntas?- Quise saber.- ¿Vas a cobrarme al final del viaje?- Hiccup soltó una hermosísima carcajada.

-No, no voy a cobrarte.- Anunció, una vez sus adorables risas cesaron.- Solo me intriga saber por qué ignoras todo lo que está pasando.-

-No lo ignoro.- Me defendí.- Lo he notado. Cada cosa, cada detalle... Supongo que simplemente estoy esperando a que tú me lo expliques.-

-¿Quieres que te lo explique?- Preguntó, mirándome con preocupación.

-No lo sé, ¿quieres explicármelo?- Pregunté yo, encogiéndome de hombros.

-Si tu quieres.- Contestó él. Ya ni si quiera entendía de qué demonios hablábamos, pero el tema ponía a Hiccup nervioso o ansioso... no lograba comprenderlo del todo.

-Pues, cuéntamelo.- Insistí. Ahora quería saberlo.

-Puedo traerte de vacaciones y comprar coches caros porque vengo de una familia muy poderosa.- Comenzó, hablando rápido y con nerviosismo.- Antes de morir, mi padre me entrenó para ser el siguiente jefe de Empresas Berk, aunque yo nunca quise tomar su lugar.- Empresas Berk. Jódete. Mi celular tenía una "B" grande en su parte trasera. Todo el mundo utilizaba celulares y electrodomésticos de dicha empresa. Siempre fueron los mejores.- Al día siguiente de su accidente me enteré que tenía la empresa bajo mi nombre. Sin embargo, me acobardé y se la pasé a mi mamá. Ella se hace cargo de todo ahora, pero eso no me quita de la lista de ganancias. A pesar de eso, no gasto el dinero muy a menudo. Intento ser discreto.- Recordé su flamante Porsche y reí, anonadada.

-¿Discreto? Con semejantes coches no pasarían ni un segundo desapercibido.- Él me miró ofendido, verdaderamente ofendido.

-Sabes que nunca los utilizo para ir al trabajo.- Suspiró y relajó el rostro.- Los autos siempre fueron mi debilidad.- Confesó, sonriendo con nostalgia.

-¿Y qué me dices de las vacaciones caras y restaurantes lujosos?- Él se detuvo en un alto y me miró con una sonrisa.

-Supongo que tú eres mi nueva debilidad.-

-.-.-

No hablamos más en el camino hasta que llegamos al hotel. Hiccup le entregó al Valet las llaves y ambos ingresamos tomados de la mano. Mientras más cerca estábamos de la habitación, más nerviosa me ponía. Iba a pasar, eso era seguro.

Nos dimos un par de besos apasionados mientras subíamos por el ascensor, pero aún así eso no lo hacía más ligero. Como yo tenía la llave (Tarjeta, en realidad, ya casi no se utilizan llaves) del cuarto, fui quien entró primero a la habitación.

Cuando prendí la luz, me sorprendí al encontrarme con un panorama completamente romántico. Lo primero que llegó a mi, fue el fuerte aroma a rosas. Había pétalos rojos por todos lados. Caminé con la boca abierta del asombro unos pasos y pude ver que la cama había sido decorada con sábanas completamente blancas. Deslicé la mano sobre ellas... era algodón egipcio.

Había una botella de vino blanco en una cubeta con hielo y dos copas a su lado. Escuché los pasos de Hiccup a mis espaldas, caminando hacia mí lentamente. Cuando estuvo detrás de mí, se deshizo de mi tapado rojo para enfrentarse con mi espalda escotada de mi fino vestido negro. Sentí mis mejillas comenzar a ruborizarse.

Él apoyó ambas manos sobre mis hombros y besó suavemente mi cuello. Mi manos temblaban de ansiedad y nerviosismo.

-Relájate.- Me susurró, con aquella voz embriagadora.

Y eso hice.

[Mericcup] Teach me how to Loveحيث تعيش القصص. اكتشف الآن