III

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"El médico debe ser el auxiliar de la naturaleza, no su enemigo. Pero uno al enamorarse no se reconoce ni a uno mismo. Por eso es preferible que cuando tengas los síntomas de un enamoramiento los apagues o avises a alguien más para que te saqué de aquella trampa mortal."

La azabache se encontraba tendida en el piso cuando alguien abrió la puerta del baño donde se encontraba.

Al abrirse se dejó ver a una rubia, mirándola sorprendida pues no sabía que le había pasado a su residente.

–¿Oye, me escuchas? —cuestiona alarmada tomando la cabeza de la azabache mientras revisaba sus pupilas las cuales no reaccionaban a la luz del oftalmoscopio de la rubia.

Por otro lado estaba Jo, quien ya había terminado la cirugía de emergencia así que acudió rápido a un titular.

–¿Doctora Kepner?

–¿Si, Wilson? —responde dejando unos papeles en la estación de enfermeras en emergencias.

–¿Le puedo hacer una pregunta?

–Seguro.

–¿Qué pasa si a una persona no le deja de sangrar la nariz?

–¿De qué hablas? —cuestiona confundida la pelinaranja— ¿es un caso?

-Lo que escucho.

–Pues si se desangra puede pasar algo horrible —dice mirando a la nada— le pasó a la mascota de mi hermana, un cerdo. El pobrecito murió.

–¿Gracias? —dice algo confundida.

–Okey, no hay problema —sonrie.


...


La luz solar entraba a raudales por el gran ventanal de la habitación, haciendo que la persona que yacía durmiendo en la cama abriera lentamente los ojos.

Con pereza se levantó y a paso lento se dirigió al baño. Se quedó mirándose en el espejo... No recuerda lo que pasó hace unas horas...

–Veo que despertaste —se escucha decir a sus espaldas.

–¿Qué me pasó? —cuestiona mientras volvía a la camilla para sentarse.

–Te estabas sangrando... por la nariz...

–Ah...

Se quedaron en silencio mirándose la una a la otra. Ninguna dijo algo por varios minutos, solamente se estaban contemplando la una a la otra...

¿Qué tan rápido se puede enamorar una persona? Y aunque muchos incrédulos piensan que enamorarse así de rápido es imposible, existen evidencias científicas que demuestran que sí es posible. En menos de un segundo, puedes enamorarte.

Cuando ambas se conocieron, no sabían por qué sintieron tantas cosas en un segundo: el corazón acelerado, un profundo calor que le subió a la cara, y las famosas "mariposas en el estómago". Varios lo describen como "amor a primera vista", ellas lo ven de diferentes maneras...

La rubia lo ve solamente como interés o incluso deseo. Pero Hanna solamente la ve como su superior... o eso cree hasta ahora.

–¡Hanna! —grita Jo entrando bruscamente en la habitación— no te encontraba por ninguna parte, pensé que habías muerto

–Exagerada —dice la de tez oscura— sigo viva, no te podrás librar de mi... —rie— au...

–No te rías, vas a hacer que tu nariz vuelva a sangrar —dice la de mayor rango.

Deja que te ame, Grey ©Where stories live. Discover now