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POV/Rodrigo


Estaba a más de 40 grados, hacía un calor del infierno, literal.
Bajé de mi habitación, por las escaleras para ir a tomar mi ¿8? vaso de agua en lo que iba del día, quizá era el calor o total vez la resaca del día de ayer, porque mientras trataba de subir nuevamente los escalones, sentí un fuerte mareo recorrerme, toqué suavemente mi sien, acariciando para tratar de apaciguar la ahora jaqueca, tuve que obligarme a volver a la cocina por alguna pastilla.
Mientras la tomaba recibí una notificación, 3 mensajes entrantes de parte de Dr Igo.

"Hoy volveremos al mismo 'boliche' de anoche amigo, tienes que acompañarme"
citaba el primer mensaje, dando inicio a una invitación a salir de fiesta, si seguía éste paso, terminaría el año hospitalizado por exceso de alcohol en las venas y quizá en rehabilitación.
" Quizá encontremos alguna morocha en la fiesta con la cuál pasar la noche" leí el segundo mensaje, ayer no había corrido con suerte puesto que habíamos salido a celebrar mis cumpleaños número 21 y realmente queríamos solo divertirnos y claro que lo hice, ni siquiera tengo recuerdos de cómo llegué a mi departamento de tan alcoholizado que me encontraba.
El tercer mensaje me hace soltar un risa tonta al ver ese estúpido sticker que siempre me manda, me había convencido, era un día bastante caluroso, ya no llevaba cuenta de cuántos vasos de agua había bebido, alcé mi mirada a la parte superior de la pantalla, divisando la hora que marcaba, 20:58.
Después de unos minutos, suspiré aliviado por qué el dolor había disminuído bastante rápido hasta casi quitarse por completo, volví a acariciar mi sien para relajarme un poco y así poder encaminarme de nuevo hacía mi cuarto a darme el 3er baño en el día.
Entré al baño a paso lento, aún tenía tiempo de sobra hasta que dieran las 23:00 de la noche, tomé el borde de aquél dobladillo que portaba mi remera y me la saqué con cuidado, después seguí con mi demás prendas hasta que quedé desnudo de pies a cabeza, por fin abrí la abrí la canilla para que el agua rodará por mi piel, limpieza cada impureza que se encontraba impregnada en ésta, el agua recorría todo mi ser cubriéndolo por completo y dejando una refrescante sensación a su paso, marcando un ritmo definido gracias a la fuerza con la cuál el líquido salía, tomé la botella de shampoo y rocía un poco sobre mis manos y así poder frotarlas entre sí para generar una especie de sustancia burbujeante, llevé mis manos hacía mi cabeza mientras masajeaba lentamente ésta parte y limpiar todo mi cabello suavemente.
Después de retirar todos los residuos de jabón sobre mi piel con agua, salí de la ducha rápido y agarré mi toalla para poder tapar mi desnudo cuerpo secando mi tez a su paso.
Divisé mi cuerpo y rostro por el espejo posado al frente de mí, noté esas ojeras tan características mías, bajo la luz rebotante del foco sobre mi cara, haciéndome entrecerrar levemente los ojos y suspirar de manera retenida, jamás había tenido ninguna inseguridad sobre mí, todo me parecía que estaba bien, desde mi cara que a mí parecer era bastante atractiva hasta mi cuerpo que no era demasiado trabajado pero tampoco llegaba a ser escuálido, pero ese día todo parecía marchar diferente.
A pesar de que mi rutina se volvía cada día más monótona, estaba sucediendo eso de nuevo, ese sentimiento de vacío delirante atravesando mi cuerpo con tanta fuerza que no puedo soportarla del todo, lo único que quería era volver a sentir esa cálida sensación de fuego cada vez que me embarcaba cuando estaba ella a mi lado, los veranos bajo el sol puesto a la deriva, cada vez descendiendo más avisando su retiro hasta el día siguiente, sin duda alguna necesitaba su cariño...
Había pasado tiempo desde que la ví por última vez, todo terminó de manera caótica, ni siquiera me gustaba recordar la manera en que me abofeteó al enterarse que según a su punto de vista, la "engañé" con una chica la cuál ni recuerdo el nombre, por supuesto no fue así, solo que se dió un malentendido justo en el momento menos oportuno.
No tenía idea de quien carajos era, todo estaba dando vueltas dentro de ese club y las luces de colores chocando contra aquellos cuerpos en la pista tratando de frotarse entre sí con ímpetu de manera descarada mientras se movían al ritmo de la música que retumbaba dentro de esas paredes, había bebido una cantidad exagerada de shots de aquél líquido ardiente que bajaba continuamente por mi garganta, escuché a mi novia balbucear unas palabras avisando su ida, se alejó de mí para ir un momento al baño.
Después de unos minutos y otros 2 shots más de vodka que había ingerido, una chica de piel morena se acercó hacía mí, no podía verle bien pues el mareo me estaba matando, ésta se sentó en mi regazo y comenzó a dejar besos por mi cuello, no caía en cuenta de lo que estaba pasando y tampoco sabía de qué lugar salió aquella mujer, hasta que recobré un poco la consciencia de lo que estaba sucediendo, estaba mal que hiciera esto, una sensación de asco se apoderó de mí, mientras mi enojo se hacía presente traté de empujarla fuera de mí, haciendo que cayera hacia el piso pero poco me importó, sin embargo ya era demasiado tarde puesto que mi novia me observaba desde un esquina con los ojos acuosos sacando conclusiones de la nada, lo había visto todo, quizá tenía razón en enfadarse de esa manera, me acerqué hacía ella tratando de manejar la situación pero sabía por su cara que se había jodido todo, terminó por dejar impregnada una cachetada en mi mejilla antes de marcharse de aquél lugar, salí en busca de ella pero ya no quedaba rastro, me sentía de la mierda, mi noviazgo había acabado por una extraña y ni siquiera estaba en los cinco sentidos para poder defenderme.

One Shots // Spreen X CarreraWhere stories live. Discover now