Alex se despertó asustado en el sofá. Había tenido un sueño de lo más extraño.
–Hostia puta- dijo al ver que había eyaculado (N del A. AYUDA, POR QUE ESTOY ESCRIBIENDO ESTO, ME ESTOY DANDO MUCHO ASCO A MI MISMO) mientras dormía. Acababa de tener, otra vez, un sueño húmedo con William. Pero en esta ocasión, había algo más: la figura extraña que había visto ayer les estaba observando a lo lejos mientras hacían lo suyo.
–Lo que ví ayer no era un simple animatrónico- concluyó tras reflexionar un rato.
Alex rápidamente se vistió y marcó el número de Jack.
–JACK, JACK.
–Que, que, que- ¿Por qué me llamas un sábado a la 1 de la tarde? Estoy en casa de mi abuela.
–Es que quería llamarte cuanto antes.-respondió Alex, escueto.
–No me jodas que te acabas de despertar.
–Jack, Jack, escucha, he soñado con William...
–Wow, vaya novedad.
–Muy gracioso, pero eso no es todo, había alguien más con nosotros...
–Espera un segundo. ¡Abuela! ¡Que no quedan lentejas! ¡Voy a pedir una pizza!-un silencio se prolongó durante unos segundos- Vale, ya estoy, he entrado a mi estudio para no molestar, ¿Por dónde íbam-
–Jack, esto es serio, escúchame, ayer por la noche ví un traje de conejo en putrefacción...
–¿El traje de Springbonnie? ¿Qué pasa con él?
–Se estaba moviendo.
Jack se quedó atónito, tratando de aclarar sus ideas se aclaró la garganta. Guardó unos instantes silencio y preguntó:
–¿Recuerdas cuando te conté el rumor del cuarto falso?
