Edmund Y Abril En El Armario

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Lucy salió corriendo de la habitación vacía al pasillo y encontró allí a los otros tres.

-No pasa nada-repitio - He regresado.

-¿De qué diablos estás hablando, Lucy? -preguntó Susan saliendo de un cuarto junto a april por los gritos de la pequeña

Pues-respondió la niña con asombro - ¿no me habéis echado de menos?

Así que te habías escondido, ¿no es eso?-dijo Peter- ¡Pobre Lu! ¡Se esconde y nadie se da cuenta! Tendrás que esconderte durante más tiempo si quieres que la gente te busque.

Pero si he estado fuera horas y horas-protestó Lucy.

Los demás intercambiaron miradas de sorpresa.

¡Chiflada! -declaró Edmund, dándose golpecitos en la cabeza-¡Totalmente chiflada!

Oye es tu hermana como te atreves a decirle eso! - le exclamó abril a edmund

No te metas tonta metiche - contestó de mala gana edmumd

Basta! Dejen de pelear - bufo peter para luego dirigirse hacia lu - ¿Qué quieres decir, Lu?-inquirió Peter.

-Lo que he dicho-respondió ella. - Entré en el armario justo después de desayunar, y he estado fuera miles de horas, ¡hasta he cenado! Y han ocurrido toda clase de cosas

No seas tonta, Lucy -dijo Susan- no ha pasado ni una hora desde que empezamos a jugar

No es tonta -intervino Peter-, simplemente se ha inventado una historia para divertirse, ¿verdad? Y ¿qué hay de malo en eso?

No, Peter, no es verdad -insistió ella-. Es...es un armario mágico. Hay un bosque en su interior, y nieva, y hay un fauno y una bruja. El lugar se llama Narnia; venid a verlo.

Los otros no sabían qué pensar, pero Lucy esta batan nerviosa que todos regresaron con ella a la habitación. La niña se adelantó corriendo, abrió de par en par la puerta del armario y exclamó:

¡Ya está! Entrad y vedlo vosotros mismos

-Vamos, boba -dijo Susan, introduciendo la cabeza a la vez que retiraba los abrigos-, no es más que un armario normal y corriente; ¡mirad! Ahí está la parte posterior.

Entonces todos metieron la cabeza y apartaron los abrigos; y todos vieron la misma Lucy lo vio- un armario totalmente normal. No había bosque ni nieve, únicamente la parte posterior del
armario, con ganchos clavados en ella. Peter entró y golpeó la madera con los nudillos para asegu rarse de que era maciza.

-Una broma muy divertida, Lu-declaró cuando volvió a salir-, nos habías engañado, debo admitirlo. Hemos estado a punto de creerte.

Pero no era una broma, ¡qué va! -protestó ella-, hablaba en serio - Hace un momento todo era distinto. De verdad. Lo prometo.

Vamos, Lu-dijo Peter-, te estás pasando. La broma ya no hace gracia. ¿No sería mejor de jarlo ya?

Lucy enrojeció violentamente y trató de decir algo, aunque apenas sabía qué intentaba decir, y a continuación prorrumpió en lágrimas. Durante los días siguientes la pequeña se sintió
muy desdichada. Podría haber hecho las paces con sus hermanos con suma facilidad o haber hablado con abril pero ni ella le creyo, en cualquier momento si se hubiera resignado a decir que todo el asunto era simplemente una historia inventada; pero Lucy era una niña muy sincera y sabía que en el fondo tenía razón; y por ese motivo no podía decir lo contrario. Los otros, que pensaban que les mentía, y de una forma absurda, la hicieron sentir se mal. Los dos mayores lo hicieron sin intención, abril apoyaba a lucy diciendo que tenia mucha imaginación, pero Edmund podía ser malicioso, y en aquella ocasión lo fue. Se burlaba de Lucy y no dejaba de
preguntarle si había encontrado otros mundos en las alacenas de la casa. Lo peor fue que se suponía que aquellos días debían ser deliciosos. El tiempo era estupendo y estaban al aire libre desde la mañana hasta la noche, bañándose, pescando, subiendo a los árboles y acostándose en los brezos. Sin embargo, Lucy no conseguía disfrutar de todo aquello. Las cosas continuaron así hasta el siguien te dia de lluvia.

edmumd and abril Donde viven las historias. Descúbrelo ahora