Capítulo 5. Una noche complicada

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Son tan escasos que nuestro líder, mi amigo desde la infancia, nunca soñó encontraría a uno.

Los gemidos de Blue son un signo de prosperidad y todos los alfas sonreímos al oírlos, esta unión, este omega nos hará más fuertes, nos hará crecer. Y con suerte, vendrán más omegas a nuestra manada.

Pero el único que no parece sonreír desde su llegada es Axe, le encuentro entre los demás, ha acabado su ronda hace una hora, sé perfectamente sus horarios y antes lo sabía todo de él.

Los omegas son preciosos, delicados y sumisos, pero a mí me gusta más un alfa duro y rudo como yo misma.

Dagger, Axe y yo nos criamos juntos, lo hicimos todo juntos, compartíamos armas y lecho, y ser los amantes del líder siempre fue un privilegio.

Pero él ya no era nuestro, y Axe no era capaz de superarlo.

Me acerco a él y pido una jarra de cerveza bien fría en esta noche calurosa.

—¿Alguna novedad? —le pregunto. 

Nuestra jerarquía es clara, yo soy la tercera alfa, y él es mi superior, al menos allí.

—Sin novedades, todo está tranquilo —me dice, sin mirarme, asiento y me bebo media jarra.

Sé perfectamente lo que le pasa a Axe, siempre lo he sabido. Salvo que ninguno de nosotros pensó nunca que un omega llegaría, y se llevaría a Dagger de nuestra cama.

La primera noche que busqué a Axe después de la llegada de Blue, él me rechazó. Ambos con Dagger sí, él y yo a solas, no.

Y por mí que muera sin volver a joder en su puta vida, estúpidamente pensé que aquella situación también cambiaría para nosotros.

Pensaba que la ausencia de Dagger no era tan crucial, pero me equivoqué y me jode lo más grande estar equivocada.

Los alfas no tenemos el concepto de pareja muy arraigado, solo un omega podría cambiar eso.

Altamente sexuales, nuestros compañeros eran nuestros amantes, indistintamente de su sexo. Pero tanto el líder, como sus Primeros tenían una relación más estrecha.

Pido dos jarras más de cerveza que bebo riendo de las idioteces que dice Drill, pero noto como Axe sí me mira cuando Rope, una alfa que siempre lleva sus pantalones bien ceñidos marcando su muy desarrollado clítoris erecto me comienza a acariciar.

Me gusta el sexo con ella, noto su mano dentro de mis pantalones acariciando mi propio clítoris, los alfas tenemos los genitales ultradesarrollados, y el mío es grueso y más largo que el de mis compañeras. Ella sabe cómo tocármelo, pero siempre me excitó mucho más cuando lo hacía Axe, como lo frotaba contra su polla siempre dura, y lo lamía cuando Dagger nos follaba indistintamente a ambos.

Noto su mirada, pero aparto la mía para besar a Rope, es una alfa fuerte y poderosa, y esta noche me la voy a follar a ella.


Axe

Veo como Saw se lleva a Rope a su cabaña, y no la detengo, no tengo ningún derecho a hacerlo. Mucho menos desde que la rechacé.

No me enorgullezco de ello, tampoco de los sentimientos que tengo por Dagger.

Los alfas no tenemos parejas, salvo que tengamos la suerte de tener a un omega.

Dagger había tenido esa suerte, había encontrado a Blue, y yo le había perdido a él.

Aunque Dagger no nos tenía solo a nosotros dos como amantes, éramos los principales. Saw y yo. Y para mí todo estaba bien.

No supe hasta que lo perdí, que todo no estaba bien.

Y que estar con Saw solo me recordaba a lo que había perdido.

Nosotros no nos enamoramos, nuestras dinámicas no son así.

Pero sé que viví en una jodida burbuja toda mi vida, Saw destrozó todo lo que encontró en mi cabaña cuando la rechacé. Ella sí quería eso que tenían Dagger y Blue conmigo, pero yo no me conformaba con tenerla solo a ella.

Y eso ha destrozado nuestra amistad, y trastocado nuestra relación de mando.

Cuando la veo con otros siento que no está bien, que ella y yo éramos parte de algo y que estamos traicionando ese algo.

Ojalá yo fuera más como ella, y no pensara tanto.

Ojalá pudiera sacarme algo que ya jamás sería de mi mente.

Drill está medio borracho, siempre bebe de más, y piensa que es buena idea tocarme la polla. Siempre ha querido ser mi amante, siempre meterse en mi cama.

Es guapo, fuerte y capaz de matar a dos enemigos a la vez con sus propias manos.

Yo solo me levanto, no me provoca nada, absolutamente nada, y eso empieza a preocuparme.

Los alfas somos explosivos, somos fuertes, somos salvajes y somos jodidamente sexuales. Y a mí no se me pone dura ya con nadie.

Solo los Primeros tenemos un hogar propio dentro de los alfas. Y me voy al mío. Pero está tan cerca de Dagger y Blue que es imposible no oír día y noche como gime ese omega.

Sé que no voy a dormir, sé que mañana será peor, pero lo que no sé es como controlarlo.



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Más personajes, me encantan las dinámicas alfas, y que haya mujeres.


Tres capítulos, hasta que pueda, que si las musas acompañan, será hasta el final.


Hasta el martes.

Besitos


Sara


GammaWhere stories live. Discover now