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Park Sunghoon


El resto de nuestras clases pasan rápido. Siento que mi último día también está pasando rápido. Como si Sunoo me hubiera concedido veinticuatro horas extra, pero se están agotando a rápida velocidad. Para cuando suena la última campana, estoy ansioso por tenerlo en mi auto, todo para mí solo.

Todos se sienten atraídos por él.

Es extraño, ruidoso, hablador y entrometido, pero a todos les gusta. Les gusta.

Una pequeña parte de mí está celoso. Como si fuera mío primero. Ahora que la escuela ha terminado, puedo llevarlo a mi auto y disfrutar de su luz, sin tener que compartir ninguna parte de él.

Al salir por la puerta, Sunoo nota que el equipo de fútbol practica en el campo.

— Espérame — instruye antes de caminar hacia el borde del campo. Le hace un gesto con la mano a alguien y pronto me doy cuenta de que es Lee Heeseung.

Varios jugadores de fútbol golpean juguetonamente el casco de este, instándolo a ir a ver lo que Sunoo tiene que decir. Una punzada me atraviesa al darme cuenta que Jay habría estado allí con ellos.

Heeseung se siente incómodo mientras se acerca a Sunoo, elevándose sobre el chico con menos musculatura. Afortunadamente, no se pueden sentir olas de hostilidad esta vez. El rubio le susurra algo a Lee que hace que sus ojos se agranden. Luego, le da una palmada en el hombro y lo saluda. Para mi sorpresa, este le devuelve el saludo.


— ¿Listo, Hoon? — pregunta Sunoo cuando se acerca — Mamá no me deja quedarme para siempre. No en mi primer día. Ella estará esperando un informe completo

Asiento, algo aturdido mientras sigo al rubio. Cuando se da cuenta que estoy arrastrando los pies, toma mi mano y la aprieta.

Nos dirigimos a mi Tahoe. Solía ser de mamá, pero con la llegada de los gemelos, ella quería algo más nuevo. Recuerdo este Tahoe de cuando era pequeño. Ella nos llevaba a todas mis lecciones de música y a Jongseong a todas sus prácticas de fútbol en él. Me hace preguntarme qué cosas les gustarán a los gemelos.

Me lo perderé.

El arrepentimiento me golpea con fuerza en el estómago. No quiero perderme esas cosas.


— Buen coche — dice Sunoo, silbando. — Es viejo

— Vintage — bromea.


Nos subimos al vehículo y él comienza a balbucear sobre una muestra de automóviles a la que su papá lo llevó este verano. Estoy más concentrado en la forma en que sus labios regordetes se mueven que en las palabras reales que salen. Son tan cautivadores. No me molesto en encender el coche, me estiro y toco su cabello. Tan suave. Él me premia con una sonrisa que me roba el aliento.

— ¿Qué le dijiste a Heeseung? — pregunto, incapaz de apartar la mirada de su boca.

— Te lo diré mañana

Mis ojos vuelan hacia los suyos. Mañana tengo planes. — ¿En la primera hora?

— En el almuerzo

Frunzo el ceño y dejo caer la mano para encender el motor. El coche cobra vida, y "Right Where It Belongs" de Nine Inch Nails suena a todo volumen a través de los altavoces. En lugar de bajarlo, pongo el vehículo en marcha, esperando a que él me guíe.

Stay - SungsunWhere stories live. Discover now