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Diamond sintió un terrible dolor en todo su cuerpo cuando despertó. Sintió el vendaje apretando su torso. Abrió los ojos un poco desorientada. Lo primero que vio fue a Draco dormido. Estaba sentado y apoyaba su cabeza sobre el colchón de la camilla. Diamond notó que en la mesa de luz habían rosas y una caja de chocolates a nombre de Blaise y Theo. Sonrió al darse cuenta que la habían ido a ver.

─Draco─ llamó en un susurro al rubio.

Él no despertó.

Diamond pasó una mano sobre su cabello del chico. Unos mechones caían por su frente. El suave tacto lo hizo abrir los ojos. La miró por unos segundos y luego reaccionó incorporándose al instante. Se veía aliviado.

─Por Merlín, al fin despiertas─ dijo él, levantándose de la silla─. Snape te curó y te trajimos aquí rápidamente. El díctamo que te dio Madame Pomfrey hizo desaparecer la mayoría de las cicatrices de lo que sea que te haya lanzado Potter─ de pronto su cara se ensombreció por la ira─. Te juro que cuando lo vea, lo único que va a quedar de él van a ser sus estúpidos lentes.

Diamond agarró su mano y la apretó.

─No vale la pena─ dijo ella─. No quiero que te metas en más problemas.

─Bueno─ aceptó sin dejar de apretar su mandíbula con fuerza. Luego su cara volvió a iluminarse─. No es como que Potter ya no haya recibido una paliza.

─¿Qué?

─Pansy se puso como si un demonio la hubiera poseído, fue increíble. Le rompió la nariz a Harry. A Blaise casi no le dio la fuerza para detenerla de no ser porque Theo lo ayudó─ Diamond no ocultaba su expresión de horror─. Luego Granger se metió y recibió una cachetada de parte de Daphne, ¿puedes creerlo? Y Weasley también recibió un par de hechizos.

─Por las barbas de Merlín, Draco, se volvieron unos salvajes─ Diamond no podía creer aquello─. ¿Y qué sucedió? ¿Qué castigos les dieron?

─Bueno, Slytherin perdió cien puntos y Gryffindor más aun porque fue Snape el que los detuvo─ recordó Draco─. No estoy seguro del castigo que les dio a cada uno.

Diamond golpeó su frente con el puño.

─Oh, y ya enviaron una carta a tus padres.

─Mierda─ susurró, comenzando a levantarse─. Tengo que reponerme antes de que estén aquí.

Lanzó un quejido cuando hizo fuerza para pararse. Su pecho dolía horriblemente. Suponía que ahí debían de estar las cicatrices que no pudieron desaparecer, pues fue donde le pegó la maldición, así que tenía sentido que en esa parte los cortes fueran más profundos.

─No te preocupes por eso, Madame Pomfrey dijo que estabas completamente sana. Te duele porque estas sanando─ Draco la ayudó a enderezarse.

─El joven Malfoy tiene razón─ dijo Madame Pomfrey entrando a la sala─. Solo asegúrate de cambiar el vendaje. Mantente así por tres días para que las heridas sanen por completo. Lo único que debes saber es que no fue posible hacer desaparecer todas las cicatrices por su profundidad, pero si tienes suerte, algunas se irán con el tiempo.

Diamond, quien ya había deducido eso, solo se limitó a mirarla y asentir con amabilidad.

─Muchas gracias, Madame Pomfrey─ dijo con una pequeña sonrisa.

─Cuídate, niña. Ya has visitado la enfermería muchas veces desde que entraste al colegio─ dijo la mujer antes de que Diamond y Draco se fueran.

─No se preocupe─ dijo la chica.

•••

Diamond veía a Pansy relatar con emoción su pelea con Harry Potter. Blaise a su lado la miraba maravillado, Theo la ignoraba mientras leía un libro y Daphne parecía incómoda junto a ellos. Solo faltaba Draco, quien no aparecía desde hace un buen rato.

CONDENADOS | d.m ✔Where stories live. Discover now