» 𝚝𝚑𝚒𝚛𝚝𝚎𝚎𝚗 ; 𝚙𝚛𝚎𝚌𝚒𝚘𝚞𝚜 «

Comenzar desde el principio
                                    

- ¿Y qué tal todo por casa ? - Preguntó mientras echaba el azúcar en la taza y removía cuidadosamente. Camila casi nunca menciona a mi tío cuando hablamos . Y eso es algo que le agradezco desde lo más profundo del corazón.

- Bien... He estado ocupado. Con la escuela y todo... También estoy tratando de ayudar a Edric un poco. Aunque me siento algo ridículo haciéndolo. él es bastante mejor estudiante.

La mujer esboza una sonrisa tierna.

- Es muy lindo que te preocupes tanto por Edric. Todos sabemos lo mal que lo está pasando. Y no quiero hablar mal de algo que no me incumbe, pero a veces siento que, sus padres no están tan pendientes de él como lo necesita. Ellos se encargan de que reciba el tratamiento, pero casi nunca están ahí para consolarlo cuando lo necesita. Por eso es bonito que tenga a alguien como tu.

- Supongo.

Alguien como yo. Es cierto, trato de estar ahí para todo lo que Edric necesite. Pero es lo mínimo que puedo hacer. Es lo que cualquier persona haría.

- Él también está esforzándose mucho. Demasiado, me atrevería a decir. A veces se condena a él mismo en exceso. Pero aún así, me sorprende lo bien que está yendo su tratamiento. - Esto lo añade con una voz algo más alegre. - Es un chico increíble, de veras. Me alegro mucho de que seáis amigos.

- Yo también...- Le doy un sorbo al café, notando como mi pulso ha empezado a temblar. - Ya que hablamos de él, hay algo que quería... preguntarte, si no te parece mal claro.

- ¡Claro que no! ¿Por que iba a parecérmelo ? Estoy aquí para que lo necesites.

Mantengo la mirada clavada en la taza y coger un poco de aire.

- Hace un tiempo que he estado notando...algo.

La miro de reojo y ella hace un gesto con la cabeza, invitándome a continuar.

- Y es extraño, porque nunca me había sentido así por nadie antes.

Una sonrisa tranquilizadora aparece en su rostro.

- ¿Lo que quieres darme a entender es que te gusta Edric ?

- No lo se... Creo

- No te enojes, pero lo sospechaba. - sigue sonriendo mientras toma un sorbo del café.

Suelto una ligera risilla.

- ¿Tan transparente soy?

- Nada que ver, cielo. Pero a veces, cuando dos personas están enamoradas puedes saberlo por la forma en la que actúan cuando están junto al otro. Como se miran, como hablan... Hay algo especial ¿Crees que eso se puede parecer a lo que sientes cuando estás con él?

- Creo que si. Pero aún así, sigo sin saber que hacer ¿Debería decírselo si quiera? No quiero arruinar lo poco que nos queda juntos...

Mi monólogo se ve interrumpido cuando la señora Noceda coloca su mano sobre la mía. Ella me mira, paciente y tranquilizadora.

- El amor es demasiado grande como para guardarlo para guardarlo tu solo. Así que no lo ignores. Escucha tus sentimientos y sabrás cuando será el momento para soltarlo. No tienes por qué contener tus emociones, Hunter. Recuerda que son tan válidas como las del resto.

•*¨*•.¸¸♪

Intenté por todos los medios hacer caso al consejo de la señora Noceda. Pero como ya os he dicho antes, soy un idiota. Y lo de expresar lo que siento no es que sea lo mío. Así que seguí callándome durante un par de semanas hasta que un día Edric me hizo una propuesta que no me esperaba.

» ᴅᴇᴍᴇɴᴛɪᴀ « | goldric ; hundric Donde viven las historias. Descúbrelo ahora