Mᴀɴᴊɪʀᴏ Sᴀɴᴏ

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Estabas viendo la televisión en la pequeña sala que ya hacía en su habitación. Mikey apenas salía de la ducha con sus mejillas y nariz sonrojadas por el vapor del agua caliente, solo vistiendo un simple pants de chandal.

"Mikey trae la toalla, secare tu cabello" dijiste dándole una corta mirada de pies a cabeza. El peli blanco asintió llendo a por la toalla para sentarse a tu lado y darte la espalda, listo para que seques su corto cabello.

Pasaste la toalla por su lindo cabello blanco, escurriendolas gotas que caían de sus puntas blanquecinas. Al terminar de secarlo lo suficiente para que no se sienta incómodo, depositaste un beso al tatuaje que ya hacía en su nuca. Acción que provocó una corriente eléctrica en su espalda y un ardor en sus mejillas; las muestras de afecto de tu parte aún lo ponían nervioso.

"Listo, jiro" El peli blanco volteo sorprendido al escuchar el apodo que le habias dado cuando tan solo tenían quince años, hacía mucho que no lo llamabas así, por lo que no pudo evitar sonrojarse.

Gritaste internamente al ver su linda expresión, tomaste su rostro entre tus manos y acercaste el tuyo, para depositar un tierno beso en sus suaves labios.

"Sano Manjiro, por que tienes que ser tan lindo, haces que quiera ocultarte del mundo entero para que jamas vuelvas a ver lo cruel que es..." recargaste tu frente con la suya, rozando sus narices y dejando suaves caricias en sus mejillas.

"T/n...te quiero.." miraste fijamente sus oscuros ojos y sonreiste, juntaste tus labios nuevamente formando un beso delicado y pasional. Sus labios encajaban perfectamente y cordinaban tan malditamente bien.

Poco a poco el beso cambió, siendo ahora mas salvaje y apresurado, tomaste a Mikey por los hombros y lo empujaste hasta recostarlo en el cómodo sillón. 
Pasaste cada una de tus piernas por los lados de su abdomen, sentandote sobre el.

Mikey sujeto tu cintura haciendo contacto con tu piel dejando suaves caricias con sus ásperos dedos. Mirándote fijamente, esperando que volvieses a besarlo.

Su mano izquierda sujeto tu mentón con delicadeza para unir sus labios. Sintió una mordida en su labio inferior que lo hizo jadear, aprovechaste para introducir tu lengua buscando la suya. Uniendo estas en unas suaves caricias húmedas.

Se separaron unos segundos solo para recuperar un poco de oxígeno, aunque no tardaron nada en volver a unir sus labios.
Jalaste de su albino cabello, solo para escucharlo jadear. Sentiste un bulto en tu entrepierna que te hizo sonreír de lado sin dejar de besarlo, frotaste tu intimidad contra su polla, intentando calmar tus palpitaciones. Podrías jurar que tus bragas estaban manchadas de tu esencia.

Separaron sus labios tratando de regular sus respiraciones, sus pechos subían y bajan, y sus labios se encontraban entreabiertos. Manjiro jadeo desesperado al sentir la fricción entre ambos.

"Aa-h... t/n, porfavor no creo resistir más.." suplicó sonrojado, siempre era tan sensible cuando se trataba de sexo. Te encantaba ver sus tiernas expresiones al estar desesperado.

"Soporta un poco mas sí" te bajaste de su torso para desnudarte y tirar la ropa por algún lado de la habitación. Al estar completamente desnuda, pasaste tus piernas por sobre su cuello, dejando tu intimidad en sus labios.

Majiro se sonrojo y lloriqueo al ver tu acción, solo una ves te propuso que te sentaras en su cara y tu por la pena no lo volviste a hacer, hasta hoy.

HusbandosWhere stories live. Discover now