.
.
.
- Seamos novios, Felix... Seamos felices.
- Por qué siento... Que solo lo dices para complacerme...
- Se que es raro, se que te sientes así por que, de un momento a otro, despues de tantos rechazos indirectos, el hecho de que te diga esto parece simplemente un acto de complacencia pero... Mis sentimientos, son, difíciles de expresar, no quería que te alejaras.
El rubio frunció el ceño
- Y a ti que te hace pensar que por hacerme saber tus sentimientos me voy a alejar, ¿que acaso no me conoces lo suficiente, para saber que nunca me iría de tu lado?
El pecoso simplemente se levantó un momento de la camilla, para volver a sentarse un poco más cerca del opuesto.
- Sean cual sean tus sentimientos hacia mí, así me rechazes de nuevo o me digas que me aleje no lo haré... No estoy dispuesto a dejarte solo en ninguna situación...pero, ¿crees que yo no tengo miedo? ¿Crees que cada vez que me insinuó de manera directa o indirecta no me da miedo que te canses de mi insistencia y te alejes? Me da pavor todas y cada una de las veces.
El mayor se quedó en silencio por un buen rato, mientras el pecoso simplemente lo miraba, su expresión ya no era de tristeza, ni de felicidad, ni mucho menos de decepción, ahora, simplemente buscaba un momento de paz mental, en aquel pequeño y frágil corazón suyo, se había de asentar algo de amor hacia el mayor que le permitiera permanecer a su lado y efectivamente, había.
Ninguno de los dos nunca había hablado de su sexualidad con el otro, así que el menor nunca supo si su amor sería correspondido o si por lo menos, podría tener una oportunidad, eran amigos, nada más que eso, nunca cambiaron las cosas y pensaba que así seguirían durante mucho tiempo, sin embargo, una vez más, al corazón nadie lo controla más que el mismo, esto, es algo que muchas veces costaba de entenderse y nos reusamos a querer creerlo, pero el corazón funciona por una razón, no todo lo que pensamos y creemos es verdad, a veces, tenemos que dejarnos llevar un poco por nuestros sentimientos y emociones, aun que de vez en cuando, podamos salir lastimados.
- Lamento... Haberte hecho sufrir por mis sentimientos, se que será un poco, complicado mostrar todos mis sentimientos hacia ti pero en verdad, quiero que estemos juntos, no me importa si somos amigos, pareja, o simples conocidos, quiero tenerte en mi vida y quiero pasar los años que me de la vida, junto contigo por que...la vida es corta para pensar de más.
Al ver que el rubio no respondía nada a su muestra de sentimientos, decidió volver a hablar.
- Dejame resumirte lo que quise decir por qué creo que no lo estás entendiendo.
-...?
- Me gustas, Lee...
- ....
- Me encanta tanto que estés a mi lado, me encanta que puedas tener la confianza de llorar a mi lado, por que de alguna manera sabes, que siempre estaré para consolarte, me encanta cuando sonríes, me encanta cuando comes, me encanta incluso cuando lloras, simple y sencillamente tú, me encantas.
El espacio entre los dos se hacía cada vez más chico.
- No llores pequeño...
- No me digas que no lloré... Acabas de decir algo que esperé escuchar... por muchos años... Gracias por abrirte a mi, gracias por esto...
- Lixie...
El menor había bajado la mirada, limpiando sus lágrimas y moquitos, que no dejaban de salir, no eran lágrimas de tristeza, no estaban ni cerca de serlo.
- Pequeño mírame...
Obedeciendo al mayor, el rubio alzó la mirada, mientras que sus manos eran entrelazadas con las del mayor.
Sin decir ni una palabra, ambos sabían que ese momento era de los dos, ambos sabían que seguía en ese instante, el rubio sentía tantas ganas que aquel momento, y tanto miedo que simplemente se dejó guíar por el castaño.
Es así, como el castaño pasó su mano por el costado del rostro acariciando la mejilla del rubio, borrando los restos que aparecían del recorrido de sus lágrimas, con la otra mano se acercaba cada vez más apoyándose de la cama para acercarse hasta quedar frente a frente con aquel pecoso.
- ¿p-podemos hacerlo?
- Este...es el momento Lixie.
Sin más, el castaño dejó un suave beso en la frente del rubio, para luego posar otro en su pequeña y definida naricita, esperando ansiosamente alcanzar sus labios, rosados, carnosos, y pequeños al igual que el.
- Qué pasará después...
Dijo antes de que el mayor se acercara a sus labios.
- Seremos felices mi niño, seremos felices...
El castaño prosiguió a tomar con la mano izquierda el cuello y maxilar del menor, pasando su mano derecha por detrás de la cintura del mismo, acercando cada vez más a este, finalmente, ambos juntaron sus labios, sus cuerpos, dando leves movimientos, que hacían encajar ambos labios como si estuvieran hechas para el otro.
Si bien, este no era su primer beso, si era el más significativo para los dos, después de aquel momento, ambos serían felices juntos, por el tiempo en que la vida les tenga preparado y sin duda, el pequeño podría hacer llamar a su mayor, su pareja.
Fin
.
.
.
KAMU SEDANG MEMBACA
¿Podemos hacerlo? ^^Chanlix^^
Fiksi PenggemarLa curiosidad mató al gato, decían. . . . ✔︎ Historia completa [07/01/22]
