Oh, tienes que estar jodiéndome.

¿Se estaba duchando y este degenerado estaba parado como un poste en la cocina?

Ella se detiene al llegar a nosotros. Instintivamente, me paro adelante de ella para que este tipo no la vea en una bata. Me pregunto qué tan rápido puedo marcar a la policía.

—No, esto es un malentendido.  Eh... Es Liam, Ashton —explica ella poniendo una mano en mi hombro y haciéndose a un lado. Su voz suena aturdida.

—¿Eso tiene que explicar algo sobre este degenerado? ¿Quién mierda es Liam? —espeto.

—Mi mejor amigo. Te hablé de él un millón de veces —insiste.

Parpadeo y miro al tal Liam. Ahora que Aggie lo dice, sí empiezo a recordar. Es difícil hacerlo cuando nunca pude ponerle un rostro al nombre.

Uh.

Mieeerda.

Este es el ex de Quentin.

Carraspeo y me enderezo un poco.

—Liam, él es... Ashton y... —titubea sin encontrar las palabras.

—Y no escuché absolutamente nada de ti —declara Liam.

Miro a Aggie ofendido. ¿No le contó a su mejor amigo de mi? Auch.

—Uhm... Es que... Ashton, él...—balbucea.

No puedo contener más mi indignación. Mejor deshacernos de este problema lo más rápido posible.

—Vivo con Aggie desde hace meses. —le informo sin rodeos.

Liam luce un poco descolocado. Aprieta su mandíbula. Pobre tipo. Voltea su cabeza a Aggie tras unos segundos de silencio.

Supongo que después de todo, este sujeto no era tan amigo como decía ser.

—¿Está diciendo la verdad? ¿Vives con él hace meses y nunca se te ocurrió decírmelo? —cuestiona con el ceño fruncido—. Todas las veces que llamé preocupado, preguntándote cómo estabas y... ¿Nunca se te ocurrió contarme que ahora vives con alguien más?

Aggie está completamente atónita.

—Liam, no quería decirte porque sabía que ibas a reaccionar mal y...

—¿Por qué piensas que iba a reaccionar mal? —le pregunta ofendido. Tensiono mi mandíbula para no reírme. Luce exactamente como la clase de persona que reaccionaría mal—. Monroe, soy tu mejor amigo hace años. No quiero juzgarte, ni... Ni hacerte sentir como si no pudieras contarme cosas. Y sé que hay mucho que todavía no dijiste. ¿Por qué piensas tan poco de mi?

Cuando lo dice así... Ya no tengo tantas ganas de reírme. Su sentimiento de traición luce genuino.

—No, Liam, no... No es así —titubea y siento que Aggie se convierte en más pequeña de lo que es.

Dios. Me consume la urgencia de rodearla en mis brazos y aferrarla a mi hasta que deje de sentirse tan insegura y asustada.

—Mejor hablemos mañana. —la interrumpe él.

Se nota que quiere decirle mucho más, solo que se contiene. Quizás sea para no herirla, quizás sea porque también estoy aquí, presenciando todo esto.

El amigo de Aggie no dice nada más. Se va de la cocina, y segundos después, escucho la puerta principal cerrarse.

Volteo a mirar a Aggie, quien tiene sus ojos inundados de lágrimas. Me parte verla así, pero ella pidió espacio. Estoy tratando de respetar esa promesa a pesar de que lo único que quiero es abrazarla y asegurarle de que es una discusión solucionable, que mañana después de que hablen va a estar todo bien.

Los secretos que escondemos. (LIBRO 1 y 2)Where stories live. Discover now