Á N G E L C A Í D O

Capítulo Uno

Al día siguiente:

Desperté gracias a que la luz del sol entro por la ventana, me estiré y me levanté, decidí hacer el desayuno, antes de lavarme claro.

Después de ducharme y cepillarme bajé. Hice unos waffles acompañados con un jugo.

W- ¡Buenos días, bebé!

Buenos días, cariño —dije acercándome para darle un beso—

Que hiciste de desayuno —dijo abrazándome—

Waffles, ¿ya tienes hambre? 

Sí, y mucha 

Entonces déjame servirte 

No quiero soltarte, estoy muy cómodo así 

Vamos, el desayuno se enfriará 

Luego de poner la mesa empezamos a comer en un cómodo silencio, es sábado, decidimos quedarnos en casa y ver algunas películas.
La tarde se hizo presente, y decidimos ir a comprar algunas golosinas para más tarde.

En el centro comercial:

F- Quiero de esas gomitas

W- Cariño, ya llevamos muchas gomitas 

F- Sí, pero de esas no — dije haciendo un puchero —

W- Bien, pero esta es la última

Después de agarrar otras golosinas, fuimos a pagar, bueno el pago todo, y salimos. Caminando tomados de la mano, disfrutábamos del viento

W- Amor, ¿qué piensas de lo que te dije ayer? 

F- ¿De qué cariño?

W- ¿De lo de formar una familia? 

F- Un pequeño demonio —susurré mientras recordaba esas palabras—

W- ¿Cómo? 

F- Digo que sería lindo el bebé, pero no crees que es muy rápido, yo aún no estoy listo 

W- Amor descuida, me emociona de solo pensar que si te gustaría, puedo esperarte todo lo que sea necesario.

Después de eso, nos dirigimos al auto, rumbo a casa.

Pasamos una hermosa tarde, viendo películas, jugando a las luchas, o simplemente estar acostados sin hacer ningún ruido, era hermoso.

W- Realmente te amo Felix

F- Yo, yo también te amo.

Él sabe que en el fondo de su corazón siempre estará él.