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Las chicas y chicos, todos vestidos de un color diferente, miraban con una cara muy seria que parecía que estaban enojados. Pero los comentarios no faltaban, los chicos hicieron un mini círculo donde en el medio estaban las chicas, demostrando que harían todo lo posible para protegerlas.

–Minerva, Severus. Amigos míos, ¿Como han estado?– pregunto el padre, que estaba caminando adelante porque estaba atrás de todos sus hijos.

–Es bueno verte, Everett. Tanto tiempo ha pasado– hablaron los profesores

–¿Como han estado mis hijos?– preguntó mirando a los trillizos

–Bien, nunca vienen a clases pero son los más responsables en términos a tareas y dar puntos a sus casas– dijo Minerva

Atticus, uno de los hermanos mayores, se acercó despacio a Lucrecia, y la abrazó, ella no se opuso. Pero Sirius estaba algo celoso.

Después las dos menores, Naira y Eira se fueron a cada uno de ella. La pelirroja miró a Eira y después a Naira, estuvo mirando a ambas niñas como unos treinta segundos.

–Solo venía a llevarme a Lucrecia, Valerio y Ciro, será un día en familia–

Se fueron, mientras que Lucrecia sacudía la mano hacia Diana, diciéndole adiós. Aunque seguía abrazada de Atticus

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Mientras que los Castillo estaban en su día de familia, en Hogwarts mostraban algunas pantallas, veinte en total, una para cada hermano y una para el padre, para ver como era un día de familia para ellos.

Todas las cámaras estaban bien escondidas, nadie las podía ver.

Cada quien de la familia hacía un trabajo en especial, menos Lucrecia y las menores que estaban jugando, mientras que Lucrecia en un lugar con sombra, hasta que llegó Nakia.

–Háblame sobre las estrellas o el cielo, ¿Por qué te gusta demasiado?–

–No sé si sabías, pero mamá nunca me dejó salir, la única vez que salí solo fue para comprar la varita mágica y listo. Lo primero que vi al salir de casa fue el cielo, color celeste y sin nubes, estuve todo el día en Ollivander's porqué no encontraba una varita que se adapte a mí, por lo que cuando salimos ya era de noche y me fijé, esta vez el cielo era un azul muy oscuro parecía el mar y eso que ni lo conozco, pero lleno de estrellas y constelaciones que brillaban, pero lo que más me gustó fue la luna–

–¿Por qué te fijaste más en la luna, que en las estrellas?–

–Para algunos la luna era fea y que no debería de existir, para otros la luna era lo más hermoso. Se dice que las estrellas que están cerca de la luna, se acercan hacia ella para hacerla brillar más de lo que brilla–

–¿Cuál es tu dulce favorito?– la pregunta le saco la onda a Lucrecia, Nakia de hablar sobre estrellas habla sobre dulces

–El chocolate– dijo un poco confundida y asqueada

–¿Y el que menos te gusta?– Lucrecia se percató de una cámara oculta y la miro enojada la cámara e hizo fakiu.

–No tengo– dijo la pelirroja

–¿Por qué?–

–El chocolate, es el único dulce que probé. Tengo diecinueve y todavía no probé el helado. Pero te prometo, cuando estemos de vacaciones te llevaré a comer un helado, pero no le digas a papá– le prometió algo que ambas sabían que no se cumpliría.

Los ojos de Nakia se llenaron de brillos, son de alegría y Lucrecia lo vio, por lo que se juraría llevarla.

Nakia le quería preguntar más cosas, pero el grito de su padre las atrajo un poco.

Viaje Al Pasado 【HIATUS. 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora