capítulo diez

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capítulo diez: final

capítulo diez: final

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johnny. ❫

florencia, era ella. era ella y estaba ahí, a sólo unos pasos de mí.

su voz, su rostro... todo estaba ahí, todo se encontraba frente a mí. la chica que por tanto tiempo había aparecido en cada uno de mis pensamientos, la razón de mis sueños.

florencia me veía, me veía como yo a ella. como si de un sueño se tratará, y para mi suerte esta vez no lo era.

—eres tu —apenas y mi voz salia, sentía un nudo en mi garganta, mis ojos picaban.

note como una ligera sonrisa aparecía en ella también, extendiendo sus brazos a los lados de su cuerpo.

—soy yo —aseguró, y no pude evitar el sonreír cuando la escuché. estaba bromeando, estaba su tono bromista ahí, tal y como en mis sueños. 

—yo... tu... bueno, yo no-

pero me interrumpió, me interrumpió su calor al rededor de mi cuerpo, me interrumpieron sus brazos afirmandose a mi torso y en menos de un segundo mi cuerpo había reaccionado inconscientemente apretandola contra él.

sin desear separarme ni por un solo centímetro.

no tengo idea de cuánto tiempo fue el que me mantuve aferrado a ella, hasta que levantó su mirada alejando su rostro de mi cuello, observándome con aquellos ojos oscuros que podría jurar eran mi mayor delirio.

—apuesto a que nos vemos como dos malditos locos —rio, y no pude evitar unirme a ella.

—es aún más loco que estés aquí —murmure, parecio pensarlo por un segundo, aunque luego se encogió de hombros.

—oye —llamo mi atención, me limite a asegurarle que la escuchaba con un carrasco ligero —enserio hueles malditamente bien y puedo prometer que muchos quisieran estar en mi lugar, pero creo que estar en medio de la acera, abrazados... no es la mejor idea del mundo —rei, apenado mientras me obligaba a mi mismo a separarme de ella.

revolvi mi cabello, deseando desviar su atención de mis mejillas seguramente rojas de la vergüenza, aunque su brillante mirada seguía puesta en mí.






















































—okay, va a sonar muy loco, demasiado —advertí, ella se limitaba a sorber de la pajilla con su mirada puesta en mí,  poniéndome de cierta forma nervioso.

Habíamos entrado al bar, le había entregado su cartera a papá y, después de señalar a florencia con la mirada, entendió que tenía que hablar con ella.

—acabas de abrazar a una completa desconocida en medio de una acera, dime algo que suene más loco que eso —reí sin poder evitarlo.

Lo admitía, era como en mis sueños, todo en ella, incluidos sus comentarios que me hacían descolocar.

—si te digo que he soñado contigo por más de un año, y me tienes de alguna forma... confundido, ¿suena loco? —y, comenzó a toser.

Me apresure a colocarme a su lado, golpeando con suavidad su espalda, mientras ella trataba de recomponerse.

—¿tu... qué? —apenas pudo hablar, sonreí ligeramente, deseando no verme como un completo acosador.

pero si, sonaba demasiado extraño, que un completo desconocido -o algo así- sepa tu nombre, en un país con millones de personas más.

creo que la posibilidades de verla, de estar ahí con ella, eran mucho menores de las que creía. Sin embargo, estaba ahí, estaba aquí.

—es raro, lo sé —ella asintió, obviando que era extraño —no quiero que creas que soy un psicópata o algo así —me apresure a agregar.

—si fueras cualquier otra persona, lo creería —admitió, ingle mis mejillas, tratando de que la situación no se volviera incomoda, y entendía perfectamente si quería irse, yo lo haría su estuviera en su lugar —pero creo que, no lo creo porque me paso lo mismo que a tí.

no sabía que decir, como si todo se hubiera esfumado de mi mente y mi cerebro no se conectara con mis labios.

—no abrazaría a un completo extraño en la calle, y si supiera mi nombre hubiera salido corriendo al instante —ambos reímos, ella picó una de mis mejillas, logrando que las desinflará al instante, su contacto era tan cálido como en mis sueños —pero, de un día a otro ya no estabas, y es por eso que estas aquí. una completa loca que viaja hasta toronto solo porque en sus sueños aparecía un chico lindo que la hace delirar aun más —rodó los ojos, riendo con ironía.

—una completa loca que arriesgo todo —deduje, y ella asintió nuevamente —y que acertó.

florencia, estas aquí. estas aquí, frente a mí.

y esta vez, no te dejaré ir, así como tu no me dejaste ir a mí.

𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌 ━━━ johnny orlando Where stories live. Discover now