PRÓLOGO

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El día estaba soleado, muy alegre, él odiaba los días soleados, prefería el otoño, pero hoy era especial, hoy el mundo le sonreía. El pequeño castaño se estaba lo buscaba con la mirada, era momento de irse ya, pero no lo encontraba por ningún lado, pensó que en cualquier momento llegaría.

Se empezó a despedir tal y como sus nuevos padres le decían, comenzaría una nueva vida junto a ellos.

Después de una emotiva despedida, lo volvió a buscar, obtuvo el mismo resultado, no estaba.

Se acercó a uno de sus amigos y le tocó el hombro para que le prestara atención: - ¿Dónde está Liam? - preguntó algo triste, no veía al pequeño ángel de mejillas gordas y sonrojadas por ningún lado.

- Oh - se rasco la nuca nervioso - Se encerró el la habitación, no quiere salir a despedirse, lo siento mucho Lou - le dio una mirada de compasión al mayor, éste asintió entendiendo y camino hacia sus nuevos padres, sonrió, se sentía tan bien decir que por fin tendría padres.

- Papá, mamá, olvidé algo dentro, ¿puedo ir a buscarlo? - comentaba nervioso el de ojos azules jalando del borde del jersey de la mujer rubia.

Ambos adultos voltearon a su hijo y asintieron - Claro amor, no demores - dijo el hombre, levantó la mirada con los ojitos brillosos y corrió adentro del orfanato.

Su corazón empezó a latir más rápido conforme llegaba a la habitación del menor, la dificultad para respirar bien hizo que su paso se desacelere. Al llegar a la puerta escuchó sollozos y un nudo se formó en su interior.

- Li - susurró dando toques en la puerta - Abre, soy yo Louis.

El castaño menor se paralizó al escuchar la voz del mayor, debía haber sabido que lo iba a buscar, limpió sus ojitos con manitas hechas puño y se paró para abrirle la puerta.

La puerta fue abierta y el castaño vio a su bebé con los ojos hinchados y rojos, mostraba un puchero que no sólo le parecía lindo, sino le rompía, temblaba, contenía las ganas de llorar del menor.

Louis tomó la manita del pequeño y los adentró, cerró la puerta detrás de ellos y fue a la cama, se sentó y posicionó al menor en sus piernas, éste bajó tenía la miraba gacha.

- ¿Qué pasa osito? - preguntó colocando un mechón rebelde atrás de su orejita.

Liam levantó la mirada y sus ojos se conectaron, de pronto el castaño menor empezó a llorar.

- Hey, ¿qué pasa? - preguntó el mayor tomando el rostro en sus manos y limpiando las lágrimas con sus pulgares, la preocupación que tenía era enorme, odiaba ver a su bebé así, le dolía.

- No quiedo que te vayas LouLou - comentó entre hipidos.

El tampoco se quería ir por un lado, tendría que dejar a su bebé y eso le dolía, había estado tan emocionado con lo de tener una familia al fin que se olvidó de lo que dejaría.

Louis y Liam se conocieron cuando el menor era tan sólo un bebé, lo habían dejado en la puerta del orfanato y el mayor, que tenía tan sólo seis años, lo encontró puesto en una caja, con frío aquella tarde de otoño. Justo aquel día iba a acompañar a comprar, a la mujer de la cocina, tenía el permiso del rector.

Vio la pequeña caja con el bebé que dormía temblando y gritó, desde ahí el mayor lo cuida, hasta le puso su nombre. A pesar de que ese fuera un orfanato para niños mayores de los cinco años, decidieron criar al bebé, ahora aquel bebé tenía 5 añitos.

- Yo tampoco quiero dejarte corazón, pero debo irme - lo apretó más contra su pecho y ambos soltaron todas las lágrimas que pudieron. - Lo siento osito.

Fue triste, muy triste, pero tuvieron que separarse, con la promesa de que lo iría a ver, el menor lo dejó libre.






































Como ya verán, la historia tratará del ship de Lilo. Espero les guste como a mí.
Éste capítulo está dedicado a:
MaFerGarcia567 ily 💕

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2023 ⏰

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