Leah y Jay se conocieron de la forma más aleatoria posible, y llegaron a saber que era el amor sin tenerlo previsto, pero no todo podía ser tan fácil ¿Cierto?
(En edición)
── Heterosexual.
── Jay x OC femenina.
── Libre de contenido +18.
── Prohib...
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Miré a mi alrededor, intentando encontrar a alguien conocido entre la gran multitud que había en el centro de la sala de aquella casa, todo el mundo que se encontraba ahí tenía grandes sonrisas estampadas en el rostro o simplemente disfrutaban de gran manera las masivas cantidades de alcohol que había en la cocina. Yo era al parecer, la única amargada en una esquina del lugar.
No era mucho de fiestas ni nada por el estilo, pero ¿desde cuándo eran tan aburridas? O bueno, quizá no eran aburridas y solamente no le veía la gracia. A decir verdad, ni siquiera sabía como había terminado ahí en primer lugar.
Oh cierto, Sunoo había insistido a más no poder para que lo acompañara porque no quería estar solo, y había ocupado como excusa barata el hecho de que, según él, yo estaba muy estresada por la universidad.
Claro, había olvidado el detalle de que Sunoo era demasiado sociable, y en menos de diez minutos ya me había dejado sola para irse con unas amigas de la escuela que había encontrado, y para mi mala suerte, no conocía a nadie más. Ni siquiera tenía idea de quien era el anfitrión de tan ostentosa fiesta, creo que lo apodaban 'K', pero más allá de eso no sabía nada más.
Suspiré, pensando severamente la idea de irme, solo tenía que llamar a un taxi, porque dudaba que alguno de mis conocidos estuviera sobrio o en un estado legal para llevarme a casa. Menee el vaso en mi mano un poco, para poder beber lo que quedaba de líquido azul en el vaso, no tenía ni idea de que era, pero era lo único más suave que había en la cocina, no solía beber o al menos no mucho, por lo que no tenía demasiada tolerancia a licores fuertes.
Llevé el vaso a mis labios y bebí lo que quedaba en el vaso, observé una última vez a mi alrededor en busca de algún rastro de Sunoo, pero nada. Negué con la cabeza y rodé los ojos, dejé el vaso en una pequeña mesa de centro que había a un lado para irme.
── ¿Qué hace una chica tan sola en una fiesta?
Volteé mi cabeza en la dirección de la grave voz luego de dar un pequeño respingo, el volumen de la música estaba tan alta que, en sencillas palabras, la voz que me habló tuvo que gritar un poco.
Quien me había hablado era un chico, un poco más alto, quizá un poco más de quince centímetros, de cabello negro y ojos similares a los de un gato. Tenía varias perforaciones, una de ellas en la mitad de su labio inferior, y extravagantes tatuajes en el rostro que resaltaban por el suéter de cuello alto que traía. No era para nada convencional, resaltaba mucho en comparación al resto del lugar, sobre todo con aquel tatuaje cerca de su ojo que tenía escrito en inglés las palabras 'My Way'.
Por mi mente lo primero que paso fue que era bastante atractivo, lo cual me sorprendió a mí misma dado a que detestaba los tatuajes por montones, pero a él, se le veían realmente bien.
── Supongo que es porque no conozco a nadie aquí ── respondí llevando mi cabello hacia atrás mientras me encogía de hombros, mirando hacia la multitud con la espalda apoyada en la pared.
