Capítulo 141: El corazón late.

Začať od začiatku
                                    

Esa conversación era un asunto privado entre él y He Yu, del que no podía hablar con nadie más.

Ahora que estaban fuera de peligro, Xie Qingcheng estaba un poco confundido pensando en lo que acababa de suceder hace un momento. He Yu, este niño, le tenían que gustar los hombres y no tenía miedo de morir en un mar de fuego si estaban juntos.

Si a este pequeño demonio realmente le gustaban los hombres sin importar si era homosexual estaría bien, podría encontrar un joven amable y considerado con el que pasar su vida, ¿verdad?

Pero por desgracia no estaba buscando uno, tenía que buscar a alguien que podría ser su tío.

Xie Qingcheng se sintió muy conmovido en este momento, pero también pensó que si fuera el padre de He Yu y supiera la conversación que tuvieron en ese mar de fuego justo ahora, estaría tan enojado que He Yu sería eliminado del árbol genealógico de la familia y se aseguraría que en el pasillo ancestral no se pudiera ver la tabla conmemorativa de esta persona ni aunque se cavaran diez metros o se dejarán pasar cientos de años. 

Mientras corría, miró a He Yu.

Mientras su corazón estaba lleno de emociones, esa sutil emoción todavía parecía no haberse disipado y miró el rostro de He Yu que estaba completamente manchado de cenizas, obviamente no estaba en su mejor momento, pero el corazón de Xie Qingcheng tembló inexplicablemente. 

Maldita sea, ¿qué estaba mirando?

Xie Qingcheng apartó inmediatamente la cara.

Los tres corrieron sin encontrar algún obstáculo; sin embargo, justo cuando estaban a punto de correr hacia la salida, un grupo de guardias de seguridad apareció repentinamente en el frente del pasillo.

—Sí, por aquí.

—Mira alrededor, habitación por habitación, no dejes que se escape.

—Maldición, ¿acaso ese policía puede volar?

Resultó que como Chen Man no fue llevado a Huang Zhilong a tiempo, la otra parte finalmente descubrió que algo andaba mal y ahora lo estaban buscando.

Xie Qingcheng dijo de inmediato a los dos baobei Gongzi Ge-Er— Vayan al otro lado. (1)

Pero en el otro lado la situación no era mucho mejor, había seis o sietes personas revisando las habitación una por una.

He Yu abrió rápidamente el mapa que había obtenido de la sede de Huang Zhilong en su teléfono móvil y pudo ver dónde estaban. Los lados delanteros y traseros estaban bloqueados y antes de que esas personas se convergieran, corrieron hacia el ascensor que estaba en medio y se aventuraron al segundo piso.  

Este era el único camino que quedaba.

No tenían más opciones, tomaron una decisión rápida. Cuando los guardias de seguridad entraron a la habitación para ver si encontraban a alguien, corrieron rápidamente hacia el ascensor. He Yu presionó el botón para subir con fuerza y miró nerviosamente hacia atrás para ver si las personas habían salido de la habitación.

“No salgas… no salgas…”

Si lo hicieran y miraran alrededor en el pasillo de nuevo, se podría ver que habían personas esperando en el ascensor. No había ningún búnker en ese lugar, ¡no habría forma de esconderse!

—No hay nadie aquí.

—En los armarios de la esquina, revisa con cuidado.

—Nada.

Libro de Casos ClínicosWhere stories live. Discover now