Parte única

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Wonwoo trabajaba con normalidad en la oficina.

De vez en cuando (más veces de las necesarias, según Vernon) su vista terminaba dirigiéndose a la oficia que había al final de los escritorios, en donde a través de las persianas podía ver a su hermoso esposo trabajando.

Al menos hasta que una bola de papel lo hacía reaccionar. Cuando volteaba al frente, Vernon lo estaba mirando con burla, como cada vez que aquella mirada de loco enamorado aparecía en su rostro durante el trabajo.

Por lo general, después de eso, Wonwoo volvía a poner atención en los documentos y el computador encima de su escritorio, al menos por una hora, pues de nuevo su vista terminaría yendo a aquella oficina.

Jun siempre mantenía la puerta de su oficina cerrada, ya que el ruido de las personas trabajando al otro lado a veces lo distraía con mucha facilidad. Pero las persianas jamás se cerraban, porque así podía (aunque con menos frecuencia) mirar de reojo a Wonwoo mientras éste trabajaba y no se daba cuenta de que era observado.

Habían pasado ya dos años desde que se habían casado, y las miradas que compartían seguían siendo las mismas que aquella noche, llenas de amor y de la promesa de estar juntos por mucho tiempo más. Y aunque Chan no trabajaba en la misma oficina que ellos, los dos tenían un portarretratos en su escritorio, en los cuales estaba una foto del día de su boda.

Jun tenía una que Jeonghan les había tomado después de haber dicho sus votos. Wonwoo tenía otra en donde aparecían bailando en medio de la pista, la cual había sido obra de su madre. Y Chan, en su oficina, tenía una que Vernon les había tomado cuando entraron a la habitación del hotel, antes de la ceremonia, y los habían encontrado besándose, unidos en un abrazo.

Los tres amaban esas fotografías porque en cada una de ellas se podía apreciar la emoción y el amor que constantemente derrochaban entre ellos cada vez que estaban juntos, algo que no pasaba desapercibido por nadie, ni siquiera en su trabajo.

Todos sabían que la puerta de la oficina de Jun estaba cerrada, y que antes de entrar debían tocar a menos que quisieran ganarse una mirada molesta de su jefe. Pero eso cambiaba cuando se trataba de Wonwoo, pues para él la puerta siempre estaba abierta, aunque él sólo entraba por ella con normalidad cuando el horario de trabajo había finalizado y ambos debían ir a casa después de pasar a recoger a Chan.

Wonwoo sabía que Jun podría quedarse toda la noche trabajando, por lo que él siempre recogía sus cosas junto con los demás y después entraba a la oficina de Jun para obligarlo a descansar, a recoger sus cosas y a llevarlo, algunas veces a la fuerza, fuera de su vida laboral. Eso también ocurría durante la comida, en donde Wonwoo debía recordarle que tenía que alimentarse o se enfermaría.

En todas esas ocasiones, la mirada de agradecimiento que Jun le dirigía, o los pequeños besos que Wonwoo solía repartir por todo el rostro del mayor, terminando en uno más largo en sus labios, era de las cosas que más ternura causaban en todos los compañeros de trabajo de ambos.

En todas esas ocasiones, la mirada de agradecimiento que Jun le dirigía, o los pequeños besos que Wonwoo solía repartir por todo el rostro del mayor, terminando en uno más largo en sus labios, era de las cosas que más ternura causaban en todos los...

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