Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader-

68. La llegada del mayordomo

- Si tú lo dices, en ese caso sólo tenemos que esperar a que Gen y los demás usen la fórmula despetrificadora en su estatua y vengan a nosotros. Me gustaría modificar un poco el horno mientras tanto...

- En ese caso será mejor que te des prisa con eso, Senku. Conociendo a Francois estará por aquí antes de que te des cuenta

- ¡Yo quiero ayudar con las modificaciones!

- Ibas a hacerlo de todas formas

Ryusui dió por terminada la conversación acera de aquella misteriosa persona llamada "Francois", y Senku se dispuso a entregarle a Chrome unos planos que yo supongo que contenían las modificaciones para el horno que acababa de mencionar.

- ¡Genial! ¡De esta forma se puede controlar mejor el calor del horno! ¡Iré de inmediato!

- Voy contigo, intentaré convencer a Ukyo de cazar un par más de cabras para cuando esté Francois por aquí. Solo de pensar en los platillos que podría cocinar con eso...

Tanto Chrome como Ryusui abandonaron el observatorio con una emoción producto de diferentes motivos en mente, dejándonos a Senku y a mí solos.
No me quejo, me queda bastante bien para mostrarle lo que conseguí.

Voltee a ver a mi novio, parece que aprovechó que le pasó esos planos a Chrome para acomodar el resto que tiene apartados en un estante.
Me está dando la espalda, pero no creo que lo haga con mala intención.

- Entonces, ¿Dónde te metiste toda la mañana, gato travieso? Hoy no tenías clases con Ukyo y el mentalista no está como para darte lecciones de lo que sea...

- Kohaku me secuestró, me hizo unirme al entrenamiento de los guardias. Supongo que no estuvo tan mal... Pero preferiría no tener que volver a hacerlo pronto

- No te haría daño hacer algo más de actividad física

- Mira quién lo dice, cebollín

Bufé y me acerqué a él, abrazándolo por la cintura y pegándome contra su espalda.
Normalmente no me molesta mi altura, pero en momentos así me gustaría ser un poco más alto. Lo justo como para poder acariciar cómodamente su cuello... Besando las marcas que más que seguramente siguen ahí desde anoche.

Suspiré y apoyé mi mejilla contra su espalda, Senku apenas si me hizo nada de caso mientras continuaba ordenando sus cosas.
Pensé que después de habernos tocado más íntimamente la primera vez perdería un poco "las ganas" de hacer eso. Quiero decir, me gusta tocar a Senku, pero suponía que si ya sabía cómo era el asunto sería más fácil dejar de estar inquieto con eso.

Pero nada que ver. Volvimos a hacerlo la noche que regresamos del acantilado, y anoche también nos acariciamos un poco, aunque no tanto como las otras veces.
Y aún así... Creo que entre más lo hago con Senku más ansioso estoy de saber cuándo querrá hacerlo de nuevo.
Es vergonzoso, porque él no parece estar tan ansioso como yo. Me pregunto si estaré siendo muy exagerado.

- Hmm, oye Senku

- Dame un momento, solo tengo que acomodar este... Justo aquí. De acuerdo, ¿Qué sucede, panterita?

Senku se dió la vuelta en su lugar, apenas si aflojé mi abrazo lo justo como para permitirle hacerlo fácilmente pero apenas él estuvo de frente a mí me volví a abrazar a él, apoyando ahora mi cabeza contra su pecho.
Su corazón late un poco rápido, que lindo.

- Ah, ¿Estás mimoso? Podemos ir a... Uhm, estar en algún lado tranquilo si quieres, pero primero debo revisar que todo esté...

Senku me comenzó a acariciar suavemente la cabeza, dando unos pequeñas caricias repetitivas con sus dedos en la parte alta de mi cabeza. Me encantaba que hiciera eso, pero aún así me tuve que obligar a levantar la vista para negarme.