Capítulo 24

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-¿Quieres ir al festival conmigo?

El tiempo pareció detenerse por un segundo o la mente de Ochako dejo de funcionar por ese corto transcurso de tiempo. Al rebobinar, la combinación de entre emoción y felicidad se reflejó en su rostro.

-¡SI! – grito conmocionada, haciendo que el rubio se hiciera para atrás confundido por el ruido, aun podía escuchar el gran SI en su cabeza. Ochako se puso nerviosa al descubrir que lo había grito a los cuatro vientos, sonrojada trato de explicar – Perdón, yo, solo – estaba avergonzada por su actitud y a la vez por la invitación – N-No eh ido a un festival con un chico nunca.

Katsuki lo sospechaba por la reacción que tuvo. Aunque le extrañaba, no lo admitiría frente a la chica pero era bastante bonita para que nunca hubiera salido con un chico antes de entrar en la UA, tampoco es como si él lo hubiera hecho, no era algo que le llamase la atención o le interesara saber.

Chasqueo la lengua y aparto la mirada para que n se notara que se había avergonzado.

-Ya que, vamos – dijo para retomar el camino en dirección a su prima que ya había vuelto con dos bicicletas. Le quito una y se montó estando listo para partir.

Gina miro a su primo  y luego a la castaña que parecía estar tratando de tranquilizarse. En cuanto a tu futura cuñada se acercaba pudo ver la sonrisa y el color rosa en esa regordetas mejillas, sospechando que pudo haber pasado después de escuchar aquel grito.

Sigilosa se acercó a su amiga.

-¿Qué paso? ¿Se besaron y ya salen? Cuenta, cuenta – hablo en voz baja para que el explosivo de su primo no las escuchara, al ver la sorpresa y como aquel sonrojo aumentaba, la oji verdes ensanchó más su sonrisa picarona.

-¿Q-Que?. No, claro que no – negó, hablar del tema estando tan cerca del causante la ponía más nerviosa. Fijándose que Bakugou no estuviera viéndolas, confirmándolo, miro a su amiga con una pequeña sonrisa tímida. Le susurro – Me invito a ir con él al festival. 

- ¿Por qué pasan cosas interesantes cuando me voy? – se quejó haciendo un puchero. Sacándole un risa divertida a Uraraka. 

-¿¡Que hacen cotilleando!? ¡Muévanse pequeñas mierdas!

-¡Ya vamos! – contestaron con una sonrisa ambas chicas. 

Gina se subió a su bicicleta y empezó a pedalear mientras Ochako se sentó en el asiento de atrás en la que iba Katsuki. Juntos emprendieron el camino que los llevaría al pueblo.

El ambiente tranquilo, Gina tarareaba una canción en lo que el rubio cenizo se quejaba y le gritaba que cantaba como ganso, empezando una pelea que no molestaba a la chica cero gravedad. Mientras veía el paisaje que daba el campo, le traía nostalgia, era como cuando era una niña y paseaba por los alrededores de su hogar junto a sus padres, en esa época de momentos felices en familia. Aun cuando tuvieron que ir a la ciudad por mejorar su educación o el trabajo de sus padres, el ambiente a paz que tenía en ese momento no era algo que conseguiría en la gran ciudad de Tokyo.

Los pastizales verdes y árboles, el aire fresco soplar el pasto repletos de flores y animales que paseaban por los alrededores, junto al silencio cómodo, después de que ambos primos dejaran de pelear, que había se ajunto el sonido de voces, el suelo crujir por las pisadas y las casas no se amontonadas dejaban fluir el viento.

El bullicio mañanero entre los ciudadanos no era como en la ciudad.

Se detuvieron enfrente de una tienda de donde provenía un rico aroma que hipnotizo a cierta castaña de ojos marrones.

-Nene, Ochako-chan, ¿quieres probar los mejores dulces del mundo?

La mencionada asintió varias veces con emoción. Desde que había sentido el delicioso aroma sintió que se le hacía agua la boca.

Más Que Amigos© [Kacchako]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant