66. El último salto

Start from the beginning
                                    

Levanté la vista del plato para mirar a Chrome, tanto él como Ukyo me miraban con una evidente preocupación.
No debería hacer una escena, dije que estaba bien con esto así que... Tal vez solo necesito tomar aire.

- La carne está un poco seca, iré por agua. Puedes comerla si quieres, Chrome

Le dejé el plato a Chrome y me dispuse a abandonar el lugar lo más rápido que pude. Ni siquiera debía preocuparme por llamar la atención o no, ya que con Chrome y Ukyo nos habíamos sentado en un sitio bastante apartado mientras la gloria de la noche se la llevan el mapa y la cabra asada.

El aire frío de la noche me dió en el rostro como un suspiro gentil y extrañamente reconfortante.
Por un momento me plantee el simplemente quedarme ahí afuera, disfrutando del aire y de la siempre encantadora vista del cielo nocturno.
Sin embargo, el ruido proveniente del interior del edificio principal no me dejaba estar en paz, y terminé alejándome paso a paso.

Ni siquiera pensé mucho a dónde ir, dejé que mis pies me llevarán a través del puente que unía ambas islas de la aldea, cruzando entre las casas... Hasta que casi sin darme cuenta llegué a dónde tenía que llegar.

- ... Por supuesto

Tenía que ser.
Suspiré y me dejé caer con cansancio, sentándome de frente a lo que hace ya algunos meses solía ser mi antiguo hogar, y la casa de Nana y Linda.
El clima y el tiempo habían terminado con el trabajo que los de la aldea iniciaron al quemarla.
Pero si he de decirlo, me gusta mucho más lo que hizo por su cuenta la naturaleza.

Había lavado la ceniza y alejado los restos más livianos de lo que había quedado de nuestra casa.
Ni me sorprendí de que casi no hubiera restos de madera, seguramente la que aún estaba mínimamente bien la usaron como leña en el invierno.
Los pocos restos que habían quedado estaban podridos y secos, y el suelo alrededor también resentía aún la quema a la que había sido sometido.

Sin embargo, la razón por lo que me gustaba más el deterioro natural y por la que me abstuve de maldecir en voz alta, fue porque había flores.
Unos pequeños brotes por ahí y por allá, unas pocas florecillas que crecieron en grupos entre la madera quemada y podrida abriéndose camino mientras mostraban tímidamente sus jóvenes pétalos bajo la luz de la luna.
Musgo creciendo sobre algunos restos, y unos pocos insectos, algunos coloridos y otros no tanto, paseando por ahí y por allá.

Nana y Linda nunca tuvieron algo parecido a una tumba, pero de haberla tenido... Estoy seguro de que casi nadie más que yo la habría ido a visitar.
Y supongo que por eso me alegra un poco ver que en este recuerdo que quedó de ellas tienen flores y visitas, aún cuando tan solo son jóvenes brotes de flores silvestres y algunos pequeños insectos.

Si tan solo ellas hubieran muerto en casa, podría decir que hasta sería una bonita tumba.
Si tan solo ellas... Si tan solo no hubieran muerto, ni siquiera necesitaría pensar en una tumba bonita.

- No deberías irte así

Ni siquiera ocupaba levantar la vista para saber quién era, reconocería esa irritante pero encantadora voz dónde fuera.

- Intentaba huir de ti pero veo que será más difícil

Suspiré, secándome los ojos con el dorso de la mano antes de voltear a ver a Senku.
El bufó, un par de metros detrás de mí, y negó con la cabeza. Traía una prenda entre las manos, y me la arrojó mientras se acercaba a mi lado.

- Bueno, no llegarás muy lejos si te cambias de ambiente así como así. El cambio brusco de calor a frío te puede hacer daño

- Ni siquiera era tan cálido ahí dentro

Enredo Cuántico /-Senku x Male Reader- Where stories live. Discover now