⩥Capítulo 31⩤

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27 de octubre de 2021.

—¡Buenos días!

—Hola— susurró Leire después de darle un sorbo al café que llevaba en la mano.

—Lei, ¿te pasa algo?

—Nada.

—¿De verdad? Sabes que con cualquier cosa estoy aquí— insistió preocupada Brooke.

—Lo sé, Michelle no va a venir a comer, ¿te apetece que vayamos al italiano del final de la esquina?— comentó para cambiar de tema.

—Está bien. Nos vemos luego. Que los chicos no sean muy pesados.

La española salió del apartamento y bajó al garaje para subirse a su coche y salir de allí dirección Cobham. Durante los últimos días se sentía como que Londres no era su lugar. Echaba de menos su ciudad, a su familia, a sus amigos y, lo más importante, su playa. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en la ciudad deportiva. Se miró en el espejo y sonrió, no querían que la vieran mal.

—Buenos días hermanita— sonrió Kepa al ver a su hermana pequeña.

—Buenos días, ¿eres el primero en llegar?

—Eso parece. Leire, espera. ¿Qué te pasa?

—¿Has hablado con Brooke o qué?— rio divertida la española ante las palabras del mayor— Estoy bien, de verdad.

—Eres mi hermana, te conozco muy bien. Dímelo, venga. Tenemos tiempo suficiente antes de que llegue la tropa.

—Llevo unos días rara y es porque echo de menos Bilbao. Desde que estamos aquí nunca me ha pasado, pero no sé. Necesito volver a pisar esa playa que hicimos nuestra cuando éramos pequeños.

—Pronto volveremos, tranquila. Es lógico que a veces te sientas así, a mi también me ocurre, pero la próxima vez no me hagas sacártelo de esta forma; te plantas en mi casa y nos vamos a merendar donde siempre. Las penas con comida son menos, ¿no?

—Eso es cierto— consiguió reír Leire— Venga, vamos para dentro.

De la nada apareció Kai con una sonrisa de oreja a oreja y no dudó en acompañar a los dos españoles que se sorprendieron al verle ya que pensaban que iba a llegar más tarde. Lo que ninguno de los hermanos Arrizabalaga sabía que esa conversación que habían tenido frente a las puertas del vestuario había sido escuchada por otra persona y había provocado que, de forma totalmente inesperada, se creara un plan que mucha gente podría considerarse perfecto.

—Nos vemos luego— anunció Leire antes de marcharse.

—Leire, una cosa— corrió tras ella el alemán— Después del entrenamiento no hagas planes, es que quiero llevarte a un sitio que a lo mejor te gusta.

—Había quedado a comer con Brooke, ¿no se puede venir?

—No. así que ya la estás llamando y la dices que la comida la dejáis para otro día y, si es necesario, me echas la culpa a mí.

—No dudes que la bronca cuando te vea te la vas a llevar tú— rio la española mientras sacaba el teléfono de su pequeña bolsa que traía consigo.—Vete anda, nos vemos luego.

—Nos vemos— sonrió en esta ocasión Kai mientras se alejaba sin girarse para seguir contemplando a Leire.

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—Estoy aquí.

—Ya iba siendo hora, pensaba que ibas a ser el último en salir.

—Jorginho que me estaba contando no sé qué historia. No te creas que le estaba prestando mucha atención. Venga, vámonos que tenemos que hacer unas paradas antes de ir a donde quiero llevarte.

Londres ⩥ Kepa Arrizabalaga ⩤Where stories live. Discover now