Historias del desierto (Parte 3)

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Al Dia siguiente.

- Buenos días - dice el Guía a su esposa

- Buenos días, ¿dormiste bien?

- Perfectamente, ¿y tú?

- Bien también gracias ¿Qué planeas hacer hoy?

- Bueno, después de desayunar, ir a reponer los artículos de emergencia que se gastaron el día de ayer y después quería invitarte un café, aunque me hubiese gustado tomarte desprevenida, te lo cuento ya que preguntas.

- Oh, hace un rato que no salimos a ello me encantaría y de hecho te preguntaba que ibas hacer hoy porque tenía la misma idea.

- je, definitivamente estamos en la misma sintonía, vamos a desayunar, ¿te parece?

- Pero si no hay nada hecho, ¿qué vamos a comer?

- No te preocupes por ello, me levanté un poco más temprano e hice el desayuno.

- Gracias.

- No hay de qué.

El desayuno fue bastante, tranquilo hablaron lo justo y procedieron a arreglarse para proseguir con su día. Posteriormente Guía fue a reponer todos los artículos de emergencia, labor que le costó toda la mañana, volviendo a su hogar alrededor del mediodía, justo a tiempo para acompañar a su esposa en el almuerzo, comieron un exquisito Kushari, preparado por las habilidosas manos de su amada. Ya en la tarde, prosiguiendo con lo planeado, fueron a su café favorito y empezaron a hablar de variedad de temas, hasta que en un punto...

- Oye, ahora que caigo, ayer dijiste que hoy ibas contarme las otras historias que los turistas contaron ayer - Dijo la esposa -

- Oh es cierto lo deje cuando la más joven cuenta su historia, ¿verdad?

- Si, ahí mismo

- Vale...

Después ella contara su historia y fuera elogiada por ella, el mecánico comento.

- les parecería bien si yo fuera el siguiente?

Nadie se opuso a la idea, así que el mecánico comenzó.

Una joven despertaba en un lugar desconocido, un lugar que parecían las ruinas de un muy antiguo castillo, desorientada, se acerca a la única fuente de luz de la habitación, una antorcha anclada a la pared. La agarra para buscar la salida de este lúgubre sitio, después de un rato buscando en la amplia habitación, encuentra una gran puerta, la cual atraviesa al no encontrar otra alternativa. Al pasar, de repente todas las antorchas y velas de lo que parecía el salón principal se encendieron, el gigantesco y ostentoso candelabro colgado en medio de la habitación hizo lo mismo, revelando una gigantesca armadura bajo su luz. La chica se acerca a esta armadura preguntándose sobre lo que acaban de presenciar sus ojos. En el momento en que llega a la armadura puede observar que dentro del casco empezaron a brillar dos luces cada vez haciéndose más y más intenso, hasta que, de repente, escucha un fuerte gruñido y entonces, una grave voz proveniente del interior de la armadura le dice: Chica, no sé qué es lo que te ha traído a este lugar, pero no perteneces aquí, no todavía. Cuando la voz termina de hablar, escucha un fuerte campanazo, tan fuerte como si estuviera en su propia cabeza, y despierta...

La chica, siente como su corazón le palpita a mil por hora, estaba sudando frio, estaba tensa... ese sueño se sintió extremadamente real.

Un par de semanas después, la familia de la chica le invito a una excursión en la cual irían a conocer el castillo del rey Avigor. La chica recordó el sueño que había tenido, le paso un escalofrió que le recorrió toda la espalda, al principio trato de negarse a ir, pero al final acepto, debido a la alta presión que le dieron sus familiares con tal de que fuera. Hasta que el día finalmente llego, se montaron al coche que los llevaría al castillo. Con cada segundo que pasaba, la chica sentía como se le aceleraba el pulso. Casi sentía como le corría la sangre por las venas, y después de un trayecto de casi 3 horas, finalmente llegaron. El castillo, tenía un aspecto lúgubre y oscuro, a pesar de haber sido renovado recientemente. La familia prosiguió a entrar, muy emocionados por lo mística que se sentía la situación, menos la chica, la cual revivió su sueño en el momento en el que entro, todo era exactamente igual a su sueño, las antorchas, el ostentoso candelabro colgado en medio del salón principal y, sobre todo, la gran e imponente armadura que se mantenía erguida bajo la luz del candelabro, recordó la voz que provenía de esta. En ese momento se paró al frente de ella junto a su familia, el nuevo dueño del castillo, el cual era un tío lejano de la chica, les indico que dicha armadura le pertenecía al rey Avigor, también conocido por sus enemigos, como el emperador de la oscuridad. Les contaba de que este rey nunca fue derrotado en combate y todas las tierras que consiguió por sus muchas conquistas, las gobernó con violencia y represión, hasta que finalmente murió, ya por la edad, a los increíbles 160 años, 125 años después de autoproclamarse rey y soberano de todas las tierras de Europa y Oriente medio. La chica al escuchar la historia, supo de que más de una cosa con el emperador Avigor estaba mal y que ese sueño que tuvo no fue una coincidencia. Después de eso continuaron con el tour, entrando y observando todas las habitaciones del tremendo castillo. Al acabar ya era hora de dormir, todos los invitados de la familia tuvieron su respectivo cuarto, para ir a dormir y por desgracia de la chica, a ella le asignaron la misma habitación en la que había empezado en su sueño, ella acepto sin decir nada, ya que era evidente que no le iban a creer y trato de dormirse lo más pronto posible para terminar con todo eso cuanto antes, y lo consiguió, hasta cierta parte de la noche. Se despertó sudando a pesar de lo frías que era el castillo en la noche.

Historias del desiertoWhere stories live. Discover now