💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 4💕

En ese momento, estaba pensando, si no hubiera sido el único hijo de la familia Xiao, su padre ni siquiera lo hubiera dejado ninguna de las empresas familiares. Su vida, como único heredero, acabó cuando apareció Xiao Wenhan. Para su padre, era obvio que Xiao Wenhan era su favorito, no importaba que tuviera un corazón vicioso o que no supiera nada de negocios, su padre lo valoraba mucho.

Entonces... ¿Es por eso que no lo visitó durante esos cinco años? ¿Es por la existencia de Xiao Wenhan, su precioso hijo pequeño, que puede abandonar a su hijo mayor, o fue por el abuelo?

La sala de estar ensangrentada y la última visión de su abuelo ese día, repentinamente irrumpieron en su mente. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Xiao Zhan, se sentía tan enojado que ni siquiera noto que sus uñas estaban lastimando su piel.

— Hermano Xiao, ¿estás bien? ¿Te sientes mal? ¿Es un golpe de calor? Siéntate y descansa.

La fuerte voz de Zhoucheng hizo retroceder los pensamientos de Xiao Zhan y accidentalmente atrajo al guardia de la prisión no muy lejos.

— ¿Por qué no trabajas duro? ¡Si la cuota de hoy no está completa, no podrás comer!

Un guardia de prisión de cara gorda se acercó con un bastón de policía en la mano, sus ojos casi no se podían ver por toda la grasa de su cara, su apariencia era inferior a cualquier matón de afuera.

Las personas detenidas en la segunda prisión del distrito de Mengshan son reclusos que no tienen poder, antecedentes y nadie los quiere en su casa. Hacen todo tipo de trabajos, aunque sea sucio y agotador todos los días de la semana. Cómo excavar, por ejemplo. No reciben un trato humano por los guardias de la prisión.

Zhoucheng menudo es abusado por este hombre gordo. Pero en este momento, no pudo evitar decir

— ¡Incluso los presos tienen derechos humanos! Tenemos que recibir el doble de salario por todo el esfuerzo que ponemos en cavar. Algunos sufrimos de insolación. ¡¿Por qué no lo dejas descansar?!

— ¡¿Ahora, ustedes perros de mierda, quieres decirme qué hacer?! ¿Ahora ustedes quieren hablarme sobre derechos humanos? ¡Ni de broma!

Dijo esto mientras tomaba el bastón en su mano e intentaba golpear la cabeza de Zhoucheng. Este hombre gordo no tenía ninguna otra habilidad más que golpear, por lo que era muy poderoso. La primera vez que lo había golpeado, Zhoucheng tuvo que permanecer en cama por dos semanas. Si fuera golpeado de nuevo, Zhoucheng, sería lastimado severamente.

Una mano agarró firmemente la muñeca del guardia de la prisión, su actitud era muy humilde, pero la fuerza en su mano era considerable.

— Guardia Xin, fui yo quien perdió el tiempo durante el trabajo. ¿Por qué se enoja con los demás? No creo que quiera matar a alguien por error, ¿verdad?

Xiao Zhan se quedó parado firmemente frente al guardia, diciendo cada palabra con una sonrisa, pero la sonrisa no llegaba a sus ojos. Sus brazos parecían delgados, pero el guardia no pudo deshacerse de su agarre.

— ¡Joder!, ¡Joder!, ¿a ti quien te hablo? Después de que salde cuentas con él, vendré por ti.

Echó el brazo hacia atrás vigorosamente, pero Xiao Zhan permaneció inmóvil.

— Recuerdo que cada mes de agosto en la prisión de Mengshan hay una evaluación y usted siempre es evaluado como un excelente guardia. Lamentablemente, no ha sido ascendido por varios años, esta podría ser su última oportunidad... Un prisionero que fue golpeado sin motivo alguno, ante tantos testigos, no le ayudará.

— ¡Tú!

— Solo digo.

Zhoucheng levantó las comisuras de su boca, sus ojos entrecerrados tenían un brillo frío, no eran muy visibles por su cabello.