9. Visita en la Ciénaga

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Habían llegado las vacaciones de Pascua, y muchos estudiantes se habían marchado a casa mientras otros se habían quedado en Hogwarts para estudiar. A pesar de que Hermione no estaba muy de acuerdo, Ron y Harry le pidieron a Fred y George que falsificaran una carta fingiendo ser su madre para poder salir del castillo e ir en busca del hada.

Fred y George imitaron a la perfección la letra de Molly Weasley y convencieron a McGonagall.

Los tres hicieron sus mochilas con algo de ropa, comida y lo que fuesen a necesitar por el camino.

El jueves, los chicos salieron del castillo por la mañana temprano. Caminaron hasta Hogsmeade y se dirigieron a la cueva donde Sirius se ocultaba. Como Sirius ya les había comentado, no se encontraba en la cueva. Estaba limpia y Buckebeack estaba acurrucado en una esquina. Los tres se inclinaron notoriamente ante él, y, después de observarlos por un momento, Buckbeak dobló sus escamosas rodillas delanteras. El hipogrifo parecía saber que debía hacer porque salió de la cueva y esperó a los tres chicos. Se agachó para permitirles subir sobre su lomo.

Los tres jóvenes se subieron y Buckbeak alzó el vuelo. Volaron durante un par de horas. A lo lejos comenzaron a deslumbrar lo que era una especie de un terreno llano sin vegetación que parecía extenderse durante muchos kilómetros. Buckbeack descendió y aterrizó al inicio del páramo.

- ¿Dónde estamos? – preguntó Ron, aún subidos sobre Buckbeack

- No lo sé – dijo Hermione confusa

Buckbeack comenzó a moverse bruscamente y los tres entendieron que quería que se bajasen.

- Pero aquí no hay nada – protestó Ron

- En uno de los libros que leí describía que su habita se ubicaba en un páramo del norte de Inglaterra. Tal vez sea este

- Y si Buckbeack nos trajo hasta aquí, no podía llevarnos hasta delante del hada

- Tal vez no funcione así – dijo Harry

- Tengo la impresión de que debemos andar – dijo Hermione

- Sí, yo también – dijo Harry

- Pues yo no notó nada – dijo Ron que imitó a sus amigos y los tres, acompañados por Buckbeack comenzaron a andar.

Caminaron durante una hora en busca de aluna señal de vida. Todo lo que veían era un páramo que se extendía más y más allá.

- Esto es una locura – protestó Ron – Aquí no hay nada ¿o soy el único que lo ve?

Justo después de decir eso, escucharon un golpe y vieron que Ron se había chocado contra un muro vegetal. Cuando los tres miraron para ver de qué se trataba, ante sus ojos apareció un gran cierre lleno de vegetación. Estaba claro que por ahí no podían pasar. Pero eso no era lo que más les sorprendía, sino como mágicamente había aparecido de la nada.

- Creo que lo hemos encontrado – dijo Hermione emocionada

- Eso parece – dijo Harry mientras Ron se frotaba la nariz. - ¿y ahora qué?

- Pues tenemos que entrar – dijo Hermione y golpeó una de las ramas que formaban el muro como si fuese una puerta

- Hermione, que haces? – preguntó Harry

- Intentar llamar

Esperaron durante unos minutos pero nada sucedió. Buckbeack parecía muy tranquilo.

- Y si lo sobrevolamos – inquirió Ron

Los tres se acercaron a Buckbeack pero este comenzó a patear contra el suelo, desconforme con dejarles subir.

Una vida diferente: Always by your side (Sirius Black y tu)Where stories live. Discover now