CAPITULO 7

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Abrí los ojos con pesadez. Después de las pesadillas solo había dormido una hora . Ya no tenía sueño , tampoco hambre , lo único que ahora tenía en mente era mi madre .

— ¿Tienes hambre? corazón – dijo mamá con su voz suave.

— Solo un poco mami – una pequeña yo de 3 años hizo con sus manitas una seña de despreocupación a pesar de que moría de hambre.

Mamá se sacó un caja tras de ella y apenas la vi mi estómago crujió , era mi postre favorito , no lo comía muy seguido ya que con el dinero que este costaba comprabamos más comida pero cada vez que lo comía mi energía duraba días . Siempre había estado tan agradecida con mamá y ver sus ojos nostálgicos sobre mi me daban siempre un nudo en la garganta .

Es hermoso mami , gracias – sonreí .

Lo que sea por ti pequeña -. Una lágrima bajo por su mejilla , mamá era deprimente y siempre que me tenía a su lado intentaba deshacerse de esa tristeza pero le era demasiado difícil y la gran mayoría de veces a derrumbaba frente a mí.

Besé su frente y me senté frente a ella en la cama . Tome el tenedor , abrí la caja y empecé con mucho cuidado para cortar por la mitad , claramente falle pero no me importo , corrí a lavar mis manos y cuando volví tome el pedazo más grande y se lo ofrecí a mamá , ella me miro algo sorprendida y sonrió como hace tanto tiempo no lo hacía , sus hoyuelos se marcaron ante su hermosa sonrisa y recibió el postre con alegría.

Tantos momentos viví junto a mamá , siempre siendo dulce pero también solo una niña más en el mundo.

Tenía los mismos hoyuelos de mamá. Mi cabello era parecido al del que se hacía llamar mi padre. Mis ojos , de mamá. Mi nariz , de mamá. Sentía que era una pequeña imagen de mi madre. Maddie Ryder. Una mujer que se había casado con el hombre equivocado. Que había luchado por sus hijos hasta su último momento de vida , y la única que quedaba en la ciudad de Birmingham, era yo.

Aquella tarde del trece de septiembre cuando me quitaron a mi madre. Huí con mi hermano mayor. Ethan. Era un chico tan dulce , su cabello ondulado y café oscuro como el mío, sus ojos color negro , muy profundos , su risa tierna y los mismos hoyuelos cuando sonreía. Ethan me indicó que cruzará la calle. Cuando voltee a ver por él, unos hombres lo arrastraban , los mismos que habían golpeado a mamá hasta dejarla ahí sin poder moverse se llevaban a la última esperanza que tenía de vida. Ethan me gritó cuánto me quería y que corriera sin mirar atrás. Siempre le desobedecia , pero no está vez , está vez , sus palabras ... Su sonrisa y sus lágrimas me dijeron que tenía que correr , correr sin destino , sin dolor y sin cansancio....

Alguien se sentó a mi lado mientras yo sin saberlo temblaba , no sabía si era del frío que hacía en el lugar o por los sollozos que escapaban de mi boca sin dejarme en paz .

— Lo he intentado por dieciséis años... No sabes ... cómo los extraño... No puedo superarlo.

Silencio.

— Ya tendrás tiempo Emy... No puedes obligarte a olvidar por completo algo como eso. Y si no quieres es mejor que no lo hagas. ¿Por qué tendrías que olvidar a las personas que más te hicieron feliz en ese tiempo? Por qué no en vez de olvidarlas y llorar cada vez que los recuerdes ... Sonríes. Entiendo que no es fácil pensar en todo lo que pudieron haber hecho. Que pudieron haber tenido una mejor vida. Pero dime , ¿No fuiste feliz en esos años con ellos? Estoy seguro de que sí. Toma el tiempo que necesites para aprender a sobrellevarlo. En el proceso estaré ahí. Y cuando lo hagas , también estaré.

Quise acercarme pero me daba vergüenza. Por suerte Finn parecía haberme leído la mente , se acercó a mi y se quitó su abrigo poniéndolo al rededor de mis hombros , mis lágrimas empapaban mis mejillas y apuesto que mi nariz estaba rojisima , el sonrió con ternura y me dió un corto beso en el sien izquierdo.

— ¿Cómo puedes verte tan linda llorando?

— ¿Cómo puedes ser tan lindo conmigo? Si me debo ver terrible –  dije con una pequeña sonrisa , el río abiertamente.

Puse la cabeza en su hombro limpie mis lágrimas y suspiré.

— Ethan era un chico tan dulce – Sonreí ante se recuerdo y una lágrima volvió a caer.

Eres una enana – Dijó sacando la lengua .

Al menos soy menor que tú y no soy tan infantil – Rodé los ojos antes de que se lanzará sobre mi en el pasto y como había llovido bastante me mojara toda la cara junto con tierra.

Oh , ¡Me las pagarás Ethan! me levanté y salí corriendo a casa , el abrió los ojos como platos y corrió tras de mi intentado alcanzarme.

Mami mami mami mamiiii – Entre a casa gritando – Mamaaaaaaaá.

No le creas mamá ! – Gritó él mientras me perseguía aún.

Y cinco minutos más tarde estábamos ambos castigados mirando la pared.

Bufé por quinta vez en dos minutos de los 20 que tendríamos que pasar ahí .

Podrías . Callarte? – bufó también.

— Es tu culpa.

Cállense los dos – Gritó mamá desde la cocina.

—Deberíamos volver – Finn me devolvió a la realidad y parecía que iba a llover.

— Oh , ten – Iba a quitarme su abrigo para devolverselo pero el puso sus manos sobre las mías sosteniendolo ahí.

Su tacto estaba cálido a diferencia de mis manos heladas , se sentían grandes a diferencia de las mías , pero era lindo. Noté como acarició una manilla que tenía un nombre ... Melissa .

Ya te contaré sobre ella – Sonreí y ambos entramos , él abrazándome por los hombros y yo por la cintura , era un momento que jamás olvidaría y menos si era con él.

El paró un poco antes de llegar a la puerta y se giró hacia mi.
Besó mi frente y suspiró.

— No quiero que vuelvas a meterte en eso. Por favor Emy. Mi familia es...

— ¿Son peligrosos? – interrumpí mordiendome el labio inferior.

De repente el beso la punta de mi nariz sonriendo.

— Si te pasará algo en una ocasión así. No me lo perdonaría.

— Yo no me perdonaría si supiera que estás en una ocasión así y yo no estoy ahí para apoyarte.

Ahora él junto nuestras frentes y me miró fijamente.

— Por favor no lo hagas.

— No lo hagas tú.

— Bien – contestó.

— Bien – repetí también sonriendo.

Nos veíamos bien así. El y yo.

Juntos.

***

Cuando entramos nos sentamos en el sofá , no sabía cómo volvería a casa , digo , no podía volver sin Michael y con los ojos tan inflamados.

— Te quiero Finn.

Voltee hacía él y había un pequeño brillo en sus ojos , tenía las mejillas ligeramente rojas y la boca entreabierta , era tan lindo que no pude evitar sonreir mirándolo.

— Te quiero Emy.

***

Este cap es más cortito , y perdón si está aburrido o así , soy nueva en esto :(

Quiero agradecer profundamente a los que me están dando apoyo para que esté fanfic salga adelante:).

Los invito a compartir , votar y comentar me ayudarían mucho , los amo bye <3

Cuatro Manos Sangrientas Where stories live. Discover now