Capítulo 2: Licántropo

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Alimaña se encontraba oculto en los callejones mientras Spider Man tenía problemas para ver debido a la tormenta de nieve, aterriza en una pared cercana y dificultades para moverse por el frío, sin dejar de temblar trepa hasta la terraza y de rodi...

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Alimaña se encontraba oculto en los callejones mientras Spider Man tenía problemas para ver debido a la tormenta de nieve, aterriza en una pared cercana y dificultades para moverse por el frío, sin dejar de temblar trepa hasta la terraza y de rodillas apoya sus manos sin levantar la cabeza

— ¿P-Por qué no me puse el Iron Spider? Ese t-traje t-tiene calefacción — se decía a sí mismo sin notar que Alimaña había entrado en las alcantarillas

Momentos después regresa al apartamento, se quita la máscara y se deja caer boca abajo en el sillón mientras Jessica salía de la cocina con una jarra de chocolate caliente con malvaviscos. Al verlo cierra la ventana y pone la jarra en la mesa de centro junto a la bolsa con hamburguesas y papas fritas para luego darle vuelta a Peter, sentarse a su lado y recostarle la cabeza en su regazo

— ¿Tuviste suerte?

— Ojalá. Edward perdió el control, lo perseguí por tres horas y lo perdí. Esta tormenta no ayuda en nada

— Estás congelado. Ten — le da su jarra — para que te calientes

— Pero es tuya

— Y tú eres una paleta humana. Yo me haré otro

— ¿Ya cenaste? — le preguntó sentándose y bebe un sorbo

— Sí, cené hace un rato. Lo que queda es para ti

— ¿Hamburguesas con papas? — le preguntó tomando una hamburguesa y dar un buen bocado — Está deliciosa

— Me topé con... alguien que da lástima

— ¿Quién?

— Tu ex

— ¿Te dio problemas?

— Estuve tentada a romperle sus perfectos dientes pero no me iba a rebajar a su nivel

— Muy bien, Jessie, tu demuestra quien manda

— No pude evitar sentirme mal, ¿sabes? Llegó con un bebé que no tiene más de un año. Lo hubieras visto, era tan lindo que me dieron ganas de abrazarlo

— Igual que el nuestro. En unos meses podremos abrazarlo — toma la tercera hamburguesa

— Sí, pero lo que quiero decir es que me siento mal por él, Pete, por la clase de madre que tiene

— ¿Te da miedo? — ella lo mira — El parto, ¿te da miedo?

— Será mi primer parto, así que sí, me da algo de miedo

Parker Drew: La Noche del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora