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Es doloroso.

Es doloroso saber que el tiempo no se detendría aun cuando quisiera, aun cuando rogaba un poco de compresión a los cielos. Buscado quizás una solución, aun cuando sabia que no podía ser posible. Wei Ying no dejaría que aquella opción tan fácil, cerca de nuestro alcance llegase a perjudicar mi vida.

Él jamás lo mencionó a lo largo de nuestros años. Sabía que era así, después de todo, siempre estaba el
énfasis a esa persona de castaño cabello, aquel hombre en el que él confió, y terminó en el monstruo que
jamás pidió ser. Cuando el mismo había terminado después de salvar el recuerdo de sus hermanos.

Ahora estando a mi lado, en su mirada estaban las dudas, pero no lo haría. Condenar a alguien más como
lo fue para él… no lo deseaba para nadie.

Es doloroso… saber que me tendré que despedir, cuando no es algo que quería.

Soy su fiel compañero, he estado a su lado, viéndolo caer y llorar a gritos desgarradores, deteniendo esos golpes que se proyectan hacia su pecho.

Desaparecer de la vista de todos para no crear una despedida entre los que se proyectan frente a él.
Lo he visto huir, y yo he hecho con él, sin espera de algo a cambio.

No quería dejarlo. Soltar su mano, cuando fue tan difícil de encontrarlo, cuando me acostumbre a saber
que no era una simple ilusión frente a mí, o temiendo despertar en esos años en lo que todo estaba en picada.

Quiero ser egoísta, y quedarme junto a él. Incluso si el blanco de mi cabello me lo este impidiendo, incluso si las fuerzas en mis brazos no me den para levantarlo y hacerlo girar en el aire.

Quiero ser egoísta y volver a besar sus labios, sentir su fría piel a través de tacto que compartíamos.

Quiero regresar a nuestra azotea y ver los atardeceres desaparecer en la distancia. No estar en esta cama,
débil, apenas con las fuerzas suficiente para poder levantar mi muñeca y acariciar su lloroso rostro.

Era esto lo que no deseaba. El que a-ying sufriera por una partida más, envuelto en el dolor de saber que sería olvidado, hasta que alguien más tuviera la valentía de encontrarlo, y ofrecerle su cariño. Quisiera seguir siendo esa persona, y no alguien tan frágil.

Tan frágil como para desaparecer frente a él, sin ser lo suficiente valiente como para despedirse.

Porque no lo haría…

Sé que en cualquier momento lo encontraría, volvería a su lado para hacerle compañía. Para recompensarlo por su espera. Besarlo, y llenarlo de aquella calidez que debe acompañarlo.

Pero… no este momento.

Quizás más adelante, cuando vuelva a abrir mis ojos.

El Recuerdo En Sangre Fría, NingXianWhere stories live. Discover now