Primer y único acto

109 6 0
                                    

Cuatro sillas están colocadas en el escenario en horizontal, sentados se encuentran Los Culpables y detrás, en cada hueco, Los Artistas. De izquierda a derecha el orden es el siguiente: la chica1, el actor; el chica2, la músico; la chico1, el bailarín; el chico2, la pintora. Los Culpables visten de blanco, Los Artistas de negro. Hay una tela roja en el suelo y una televisión de atrezzo enfrente del Actor, las puntas con un nudo en forma de soga en el suelo (Bailarín), unas monedas dentro de una funda de instrumento (Músico) y un cubo de lata llena con purpurina roja (Pintora). Un violín comienza a tocar una melodía a oscuras y una música suena en los estéreos, se complementan. Una luz blanca ilumina a la músico tocando, y uno tras otro: al bailarín bailando, a la pintora pintando un lienzo encima de una foto y al actor recitando un poema. La luz de Los Artistas se vuelve tenue y ahora son Los Culpables quienes están iluminados por el foco blanco. Se apagan todos sucesivamente excepto el del actor y la chica1. Cada vez que empiece un monólogo la música disminuye de volumen y el Culpable se sitúa en el centro del escenario, con un foco de luz rojiza mientras el Artista no para su acción pero cambia la amplitud, la empequeñece. 

CHICA 1. Dicen que sólo el verdadero amor se encuentra cuando uno no lo busca: Enrique, Enrique se llamaba él. Nos conocimos en la playa, ya sabes, él era el típico guaperas y yo sólo la que servía chupitos en un asqueroso pub para pagarme la carrera.

En ese momento yo acababa de dejarlo con Carlos y estaba jodida. Jodida de verdad, el capullo se quedó con todo, hasta con mi puto set de maquillaje, apuesto a que lo utilizaba para ponérsela bonita, la tenía enanita y amoratada. Estoy segura de que era maricón, si no, no me explico que pareciera tener convulsiones cada vez que nos acostábamos. Menos mal que lo superé, no me merecía. En fin, dejemos de hablar de... eso.

Enrique. (Suspira) ¿Que qué pasó? Surgió el amor y aunque normalmente soy de hacerme de rogar, esa noche hacía demasiado calor... y claro una no es de piedra. Total, ahí empezó nuestra apasionada historia. ¡Con un actor di! Yo, que por aquel momento no tenía dónde caerme muerta.

Un día vino a casa loco de contento porque lo habían cogido para un anuncio de Cocacola, cuando le pregunté: "¿Cuánto te pagan?" Me respondió: "¡Doscientos!"

(Se ríe.) Me compré un vestido que se me antojó hacía ya un tiempo, y al día siguiente tenía en mi casa doscientas putas latas de Cocacola.

Por supuesto, tuve que devolverlo. Pero bueno, al poco le surgió otra oportunidad: protagonizar una película. ¡Cágate! En tu cara, Carlos. Sola, ¿eh? Cuando una estrella del cine se enamore de ti, me avisas, cabrón, y la orden de alejamiento te la metes por el culo.

Bueno, el caso es que revisando las cosas de Enrique, me encontré un mensaje extraño y dudé de que me la estuviera pegando con otra, así que salí a que me diera el aire y cuando volví me lo encontré mirando anonadado una tele de plasma, me dijo: "Mira nena, pa' ver mi cara en grande."

Ya calentita, comencé a dudar que estuviese o hubiera estado enamorado de mí alguna vez, me costaba pensar que pudiera sentir algo por alguien más que por sí mismo. Terminé siendo su chacha de igual manera que empecé siendo su camarera.

Una vez, en una discusión me llamó "loca ignorante." (Resopla) De verdad, qué manía la de los hombres con llamarme loca. No, si al final Carlos y Enrique serían la misma mierda seca... O no tan seca... (Ríe)

(ACTOR se dirige hacia la tela roja, se tumba en el suelo y se arropa con ella.)

Aquella noche yo había bebido un poco, lo confieso, y aproveché que Enrique estaba en el baño para bichear su ordenador, como de costumbre. En la papelera de su correo encontré un mensaje de una zorra rubia. ¿Que qué decía? No lo recuerdo, si te soy sincera... (Camina hacia ACTOR) sólo sé que cuando entré en el baño lo vi metido en la bañera, dormido, con el televisor y con la alargadera enchufada en frente.

EL GRITO DE LOS VIVOSWhere stories live. Discover now